Anoche fue Halloween y muy probablemente tienes la nevera llena de dulces producto del “trick-or-treat” de tus hijos. 

Como sabemos, a menos que tu hijo o hija tenga alguna condición de salud, el consumo ocasional de golosinas no es un problema, pero el aumento durante esta época puede conllevar una serie de situaciones que debemos tomar en cuenta por su bienestar.

Aumento de peso, hiperactividad y caries son solo tres asuntos a los que se debe prestar atención cuando hay acceso fácil a este tipo de alimentos.

Entonces, ¿cómo los administramos para que no coman tanto azúcar?

A continuación, compartimos varios consejos para que después de Halloween no vivan días de espanto.

  • Recuerda que los dulces nunca deben sustituir una comida saludable.
  • Ponle límites: que solo coma una o dos piezas por día.
  • Si la cantidad de dulces es demasiada, consideren regalar algunos.
  • Igualmente, aprovecha para enseñarle a compartir.
  • Para deshacerte rápido de toda esa cantidad de dulces puedes invitar a sus amigos a la casa para una tarde de juegos. Así podrás repartir entre más niños todos esos caramelos que parecen no acabarse nunca. 
  • Cuando te pida una de las golosinas que ganó, paréala con una merienda saludable (nueces, pasas, etc.)
  • Asegúrate que se cepillen los dientes luego de comer el dulce y que mantengan una disciplina de higiene bucal más estricta de lo usual.
  • En la medida de lo posible, que coma los dulces con las comidas o poco después de comer, así  la producción de saliva aumenta durante las comidas y esto ayuda a contrarrestar los ácidos producidos por las bacterias que hay en tu boca y lava las partículas de comida.
  • Picar entre comidas puede
  • aumentar el riesgo de caries y el problema es doble si lo que estás comiendo son dulces.
  • Evita que coman caramelos duros u otros dulces que se mantienen en la boca mucho tiempo. El tiempo que la comida azucarada permanece en tu boca tiene un papel importante en el desarrollo de la caries.
  • Procura que no coman golosinas pegajosas, pues se adhieren a los dientes y mientras más pegajosas son más tiempo tarda la saliva en lavarlas de la boca, aumentando el riesgo de caries.
  • Si le vas a permitir comer sus dulces, restringe las bebidas azucaradas como las saborizadas o sodas. Procura mejor que beban agua.