El tiempo no pasa igual para todos, como lo demuestra Patricia Smith, una británica que celebró su centenario en un hogar de retiro en West Sussex. A sus 100 años, Patricia no solo comparte el secreto de su apariencia juvenil y salud inquebrantable, sino que también ofrece una visión inspiradora sobre cómo alcanzar el bienestar y la longevidad en la vejez.

Uno de los pilares de su longeva vida fue su actividad física constante. Desde niña, Patricia fue una atleta entusiasta y miembro del renombrado Spartan Ladies Athletics Club. En 1938, se consagró campeona de los 75 metros con vallas en las National 3 As, con una marca impresionante de 11.8 segundos. Aunque sus logros fueron notables, ella misma reconoce que su carrera pudo haber llegado aún más lejos si no fuera por las interrupciones de la Segunda Guerra Mundial.

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La importancia de la actividad física para mantener una vida larga y saludable está ampliamente documentada. Un estudio del British Journal of Sports Medicine revela que quienes mantienen una rutina deportiva regular presentan menores signos de envejecimiento, tanto a nivel físico como cognitivo. De hecho, Patricia es un ejemplo vivo de estos hallazgos.

Pero no solo la actividad física es clave para la longevidad, también lo es la calidad de vida que acompaña a esos años adicionales. Según investigaciones de la Harvard Medical School, las personas que practican deportes, además de vivir más, también disfrutan de una mejor calidad de vida. Las actividades como correr, nadar o practicar deportes de equipo fortalecen el corazón, los huesos y los músculos.

Cómo se cuida y los “secretos” del día a día

Otro componente crucial de su longevidad fue el cuidado constante de su piel. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Patricia no recurrió a costosos productos o tratamientos invasivos. En su lugar, atribuye su piel sin arrugas a algo tan sencillo como la hidratación diaria. Crema de día, crema de noche y una rutina constante desde hace décadas fueron sus mejores aliados.

Esta filosofía tiene un sólido respaldo científico. Un estudio publicado en Dermatology Research and Practice confirma que mantener la piel bien hidratada es esencial para conservar su elasticidad y minimizar la aparición de arrugas. Al crear una barrera protectora, las cremas preservan la humedad en la epidermis, lo que produce que la piel se vea más joven y saludable.

Sin embargo, lo que más sorprende de los hábitos de Patricia es su recomendación de incluir una copa de vino al día en la dieta. Aunque va en contra de las advertencias comunes sobre el alcohol, ella disfruta de este placer diario, y algunos estudios le dan la razón. Según investigaciones publicadas en la European Journal of Nutrition, el consumo moderado de vino tinto, rico en resveratrol, un antioxidante potente, puede proteger el corazón, mejorar la circulación y combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento. Así, no es de extrañar que Patricia haya adoptado el vino tinto como parte de su rutina diaria, que contribuyó a su salud cardiovascular y bienestar general.

Hoy en día, a sus 100 años, Patricia cuida de su salud con una rutina sencilla pero efectiva. Cada mañana, comienza con una caminata suave por los jardines de su residencia, seguida de algunos estiramientos ligeros para mantener la flexibilidad. Después, aplica fielmente sus cremas hidratantes y sigue con una dieta equilibrada que incluye verduras frescas y, por supuesto, su copa diaria de vino. Además, participa activamente en las actividades recreativas de la residencia, lo que le permite socializar y mantener su mente ágil.

Recomendaciones de cómo llegar bien a la vejez

Como muestra el caso de Patricia Smith, mantener una buena calidad de vida en la vejez depende de las elecciones diarias que contribuyen a un envejecimiento saludable. Según un artículo de la Mayo Clinic, adoptar hábitos sanos puede contribuir a dicho objetivo.

Comer balanceado: A medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza, lo que puede dificultar el mantenimiento de un peso saludable y el equilibrio de nuestros biomarcadores. Incorporar una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a combatir estos cambios.

Mantenerse activo: Incorporar una rutina que combine entrenamiento aeróbico, de fuerza, equilibrio y flexibilidad mantiene el cuerpo ágil, mejora la salud mental y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.

Fortalecer lazos sociales: Mantener relaciones sociales significativas es crucial para la salud emocional y física a medida que envejecemos.

Cultiva una actitud positiva frente al envejecimiento: Las personas que ven el envejecimiento de manera positiva tienen más probabilidades de mantenerse físicamente activas, mentalmente agudas y socialmente conectadas.

Priorizar el descanso: Un descanso profundo y reparador ayuda al cuerpo a regenerarse, mejora la memoria y refuerza el sistema inmunológico. Crear un ambiente adecuado para dormir, libre de distracciones y dedicado exclusivamente al descanso, es clave para lograr un sueño de calidad.