Sexo en la menopausia: Aclara tus dudas
La menopausia no es el fin de la vida sexual de la mujer.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Son muchas las preocupaciones que vienen a la mente de muchas mujeres al pensar en la menopausia, en especial si se dejan llevar por conceptos que presentan esta etapa de la vida como si fuera difícil e incómoda.
Entre las inquietudes, figuran la que concierne a la vida sexual y la duda de que se pueda disfrutar como antes. Pero en realidad, ¿en qué medida se afecta la intimidad de la mujer en este sentido? ¿Cómo puede manejar los cambios en el ámbito sexual durante esta etapa?
Lo primero que aclara la Dra. Carmen Valcárcel, experta en sexualidad humana, es que “la menopausia no es el fin de la vida sexual de la mujer”. Por el contrario, “se ha encontrado que en los años iniciales posteriores a la menopausia, muchas mujeres pueden ser mucho más activas sexualmente, pues se liberan de la preocupación de embarazos que, de ocurrir a esas edades, serían considerados de alto riesgo”. Y reitera que “es entonces un momento de cambio, no de incapacidad o muerte”.
La doctora añade que “la extensión de la expectativa y calidad de vida, y el incremento en el número de mujeres que se mantienen realizando actividades de trabajo remunerado hasta más tarde en sus vidas, hace que encontremos más mujeres postmenopáusicas teniendo una vida sexual normal”. Esto porque “mientras la persona se considera útil y segura de sí misma, puede mantener relaciones afectivas y/o sexuales de manera asertiva”. Además, Valcárcel menciona que “hay que notar que las personas que se mantienen con una vida activa en general, tienen mejor perspectiva de tener parejas o conocer nuevas parejas que cuando están ociosas”.
La doctora menciona que, posiblemente, los cambios que tienden a provocar más preocupación en el aspecto sexual “son los relacionados con la resequedad vaginal producida por la falta de estrógeno”, lo que puede “ocasionar molestias y hasta dolor durante la relación sexual”. Sin embargo, se trata de algo que “típicamente puede solucionarse usando lubricantes y/o cremas o preparados de estrógeno que ayudan a mantener la integridad de los tejidos”.
También, puede experimentarse “un cambio en el pH (medida de la acidez) vaginal que hace que la piel se vuelva más susceptible a infecciones vaginales”. De nuevo, los lubricantes pueden ayudar, además de que “el ginecólogo puede recomendar cremas para combatir la infección”.
Uno de los aspectos de mayor inquietud es la fluctuación que puede ocurrir en cuanto al interés sexual. Y teniendo en cuenta que “el deseo sexual en la mujer es algo complejo, puede que los cambios asociados con la menopausia provoquen una disminución, incluso en casos raros, la desaparición total del deseo”.
A su vez, en otras féminas puede ocurrir “totalmente lo opuesto y desarrollar un aumento considerable” en ese interés. En ambos casos, la pareja “puede afectarse y debe mantenerse al tanto de esos cambios para evitar malos entendidos”, sugiere la doctora.
Por otro lado, Valcárcel enfatiza que la disminución en el deseo “no debe tomarse como rechazo, y el aumento en deseo no debe tomarse con sospechas por parte de la pareja, por lo cual se le pueden notificar de esos cambios para que así conozca qué hacer”.
Además, recalca que la menopausia “es un proceso natural, normal”. Puede provocar cambios que predispongan a enfermedades, y de ahí la necesidad del seguimiento por profesionales de la salud. Sin embargo, “no tiene que ser un calvario, y si entiendes que tú o tu pareja la están pasando muy mal, deben buscar ayuda”.