Se reactiva Coalición de Salud Mental de Puerto Rico
El grupo brindará servicios a los damnificados del huracán María.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Diversos profesionales de la salud mental se reunieron este jueves en el hospital Auxilio Muto, en Hato Rey, para comenzar a delinear un plan de trabajo y ofrecer ayuda y apoyo a los damnificados del huracán María.
Un total de 26 profesionales, entre psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y consejeros se reactivaron en la llamada Coalición de Salud Mental de Puerto Rico, ante el pedido del Colegio de Médicos Cirujanos del país, para apoyar voluntariamente al estado ofreciendo ayuda a los refugiados, personal de rescate y cualquier otra persona que lo necesite.
El doctor Nicolás Hernández Sanabria -líder de la Coalición - informó que mañana, viernes, el grupo se reunirá a las 8:00 a.m., en la sede del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, en Guaynabo, donde serán acreditados y desde allí trasladados a los refugios identificados.
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“El sistema de respuesta del gobierno tiene su agenda y nuestra intención es insertarnos en esa agenda para poder facilitar los servicios. El martes nos reunimos diversos médicos en el Centro de Mando del Gobierno y nos dimos cuenta de que era necesario continuar con este esfuerzo de la Coalición de Salud Mental de manera tal que podemos aumentar el número de participantes que pudiéramos estar interviniendo”, informó Hernández Sanabria sobre dicha reunión en la que estuvo presente el secretario del Departamento de Salud, Rafael Rodríguez Mercado.
El doctor invitó a otros profesionales de la salud mental a unirse a este esfuerzo para crear un banco de voluntarios que puedan ofrecer servicio continuo, según las necesidades que surjan. También hizo un llamado a los psiquiatras que quieran colaborar, ya que urge ayudar a aquellas personas identificadas con problemas psiquiátricos que requieren de tratamiento farmacológico para su estabilidad.
“Es importante que nosotros también podamos ofrecernos como recurso para las instituciones que están liderando esto, como puede ser el Departamento de Salud Federal y agencias estatales que estén trabajando con el tema”, comunicó.
Al preguntarle a Hernández Sanabria si el estado ya está ofreciendo servicios en esa dirección, indicó que desconoce, pero que el Colegio de Médicos ha asumido el liderazgo y ha creado ocho grupos multidisciplinarios de salud, en los que habrá una persona especializada en el área de salud mental.
Una de las doctoras que participó ayer de la reunión de la Coalición sugirió que se haga el contacto con Alexis Cardona, presidente de APS Healthcare Puerto Rico, que es la que provee los servicios de salud mental a la Reforma de Salud. Esto con el fin de conocer qué esfuerzos está liderando su personal.
Hernández Sanabria dijo que ha llamado en varias ocasiones a Cardona pero que, debido a los problemas de comunicación en el país, ha sido imposible contactarlo. Otro de los acercamientos que hará el grupo será con la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) para ver cómo pueden apoyar y complementar el trabajo que están haciendo.
Al cuestionarle al doctor si existe un protocolo específico en estos casos de emergencia, destacó que existen varios, pero que cada profesional de la salud debe saber qué hacer y cómo intervenir en estas situaciones, según las necesidades específicas de cada individuo.
La Coalición de Salud Mental se formó hace tres años con la participación de varias organizaciones dedicadas a la salud mental en Puerto Rico.
CÓMO ENFRENTAR LA CRISIS
Si algo comparten todas las personas que vivieron de cerca el azote del huracán María por el país es el impacto emocional. Ya sea mayor o menor, todos y todas han visto alteradas sus vidas.
Las recomendaciones del doctor Nicolás Hernández Sanabria para enfrentar la crisis que vivimos es primeramente partir de la premisa de que la mayoría de la gente va a reaccionar de manera saludable. Destacó que basta echar un vistazo en las comunidades para darse cuenta de cómo los vecinos se están dando la mano y como han surgido nuevos líderes o se han reactivado los que ya estaban. La exhortación en esa dirección es a que se continúe con ese trabajo solidario.
A nivel colectivo y de comunidad, dijo que es bien importante que la gente hable, que cuente su proceso, que compartan experiencias, ya sea para desahogarse o por el simple hecho de compartir. También destacó la importancia de las actividades lúdicas como parte esencial de la recuperación.
“Yo creo que este tipo de actividad va a ayudar a esa sensación de que el día pasa. Es bien importante ver un día a la vez. No nos podemos desesperar de que mañana va a llegar la luz, de que mañana va a llegar la gasolina, nada de eso, porque esto puede ser que tome mucho tiempo. El foco debe ser hoy pasó este día y lo pasé. Todos estamos con calor, durmiendo a la intemperie, por lo que esto debe verse como un día a la vez”, orientó.
Precisó que las personas que tengan niños deben desarrollar proyectos para que estos se entretengan, ya sea crear un collage, dibujar o cualquier otra actividad. En el caso de los envejecientes, destacó que puede ser un buen momento para desempolvar fotos viejas y olvidadas y ponerlas en un álbum fotográfico. Los adultos y adolescentes, a su vez, pueden hacer un resaque de su armario para donar ropa a los refugios y los más necesitados.
“Es el momento de organizarse porque no podemos esperar que haya una reacción del gobierno para todo. Debemos asumir nuestra propia responsabilidad dentro de nuestro núcleo familiar y extenderlo a nuestros vecinos. Si cada familia se encarga de su núcleo familiar y de un vecino, ya amplificamos todo”, recomendó.
Hernández Sanabria reiteró en que se debe vivir un día a la vez, hablar y tener paciencia. Precisó que la irritabilidad es un sentimiento que está floreciendo por lo que hizo un llamado a la tolerancia. Invitó, a su vez, a todos los ciudadanos -especialmente a aquellos que han estado trabajando directamente con la emergencia- a sacar un momento en el día para estar solo y en silencio y simplemente respirar, para así recargar baterías.