Recobrando el placer

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Pasar por una histerectomía a temprana edad, o antes de que se hayan tenido hijos, puede ser una experiencia traumática para muchas mujeres. De hecho, luego de este procedimiento, muchas sienten que están incompletas o que no son tan deseables como antes.
La histerectomía consiste en la remoción del útero femenino, y si se remueven, además, los ovarios y las trompas de Falopio, se denomina salpingooforectomía. En el primer caso, la paciente conserva sus ovarios, por lo que no experimenta una menopausia temprana, ya que sigue produciendo hormonas. Si, por el contrario, se le practica el segundo procedimiento, entonces se precipitan los cambios normales de la menopausia.
Las razones para practicar una histerectomía antes de la menopausia son muchas, como explica la ginecóloga Rosymar Torres. “En la mayoría de las ocasiones en las que se hace una histerectomía a pacientes jóvenes es por indicación médica”, señala la doctora. Algunas de las causas pueden ser sangrados que no se controlan con medicamentos, dolor crónico, displasia cervical o fibromas, entre otros. En los casos de endometriosis o cáncer del útero, se remueve radicalmente el sistema reproductivo.
Cambio precipitado
Los cambios físicos, sumados al estado mental de la paciente, provocan que muchas piensen que su vida sexual ha terminado o que no podrán satisfacer a su pareja como antes. Nada más lejos de la realidad, según Torres León.
“Si (la paciente) ha tenido una vida sexual satisfactoria antes de la histerectomía, puede seguir teniéndola si se le saca el útero”, explica la ginecóloga, recalcando que, como los órganos sexuales externos y el canal vaginal no cambian luego de una histerectomía, la pareja de la paciente no notará ninguna diferencia. A nivel interno, quien puede notar una diferencia en el nivel de placer es la propia mujer.
“El orgasmo es un ciclo de contracciones de tres a cinco segundos que no sólo contraen los músculos del piso pélvico, sino también hay contracciones uterinas”, indica. “Si ha tenido orgasmos previamente, se supone que siga teniéndolos aun sin útero, pero van a ser distintos”, recalca la ginecóloga.
Los cambios físicos pueden incluir falta de deseo sexual o resequedad vaginal, si también se han sacado los ovarios. “El problema es que pierden el estrógeno, que es la hormona que mantiene la vagina lubricada y con buena elasticidad”, indica. “Se puede, entonces, verificar si esa paciente puede beneficiarse con reemplazo hormonal con estrógeno para minimizar o enmascarar los calentones, dolores o atrofias que pueda tener”, señala.
Vital la comprensión
Las pacientes que se someten a esta cirugía están cada día mejor informadas, pero muchas no pueden evitar el sentimiento de pérdida que les provoca la falta del útero.
Sobre esto, el sexólogo Juan Carlos Malavé Rexach comenta que “he tenido casos de mujeres que han venido porque tienen un problema de dolor o disminución en el área sexual, pero vienen a los dos meses de haberse hecho la operación... lo que se recomienda es esperar al menos seis meses, y tener paciencia, antes de tener una sexualidad total. El cuerpo necesita adaptarse a un cambio en su sistema”, comenta.
Otro problema que el sexólogo ha confrontado es la opinión de las parejas de sus pacientes. “Muchos hombres no saben lo complicado que es el aparato femenino y creen que eso es como sacarse las amígdalas, por lo que hay que orientarlos para que entiendan que la recuperación va a tomar tiempo”.
De hecho, Malavé Rexach comenta sobre varios estudios en los que las pacientes que han pasado por el procedimiento se sienten, incluso, mejor físicamente (al eliminarse el problema que conllevó a la operación) o, como ya no existe el riesgo de embarazo, tienen menos inhibiciones en el acto sexual.
Lo ideal es llevar el acto sexual poco a poco y experimentar con otras formas de expresión erótica, como la masturbación mutua o el sexo oral. “Hay que ir acondicionando a la mujer para que su cuerpo se sensibilice nuevamente”, indica el sexólogo. “Luego de seis meses de la operación, definitivamente tendría que estar mucho mejor para una sexualidad normal”, concluye.
*** Comunícate con la ginecóloga Rosymar Torres León al 787-751-3326 o 296-1163. Para consultas con el sexólogo Juan Carlos Malavé Rexach, llama al 787-768-3320.
Para volver a la normalidad
* Comunica tus miedos a tu médico.
* Busca apoyo en tu pareja
* Entiende que tu vida no termina con este procedimiento
* Maneja tu tiempo libre
* No te encierres en ti misma, comparte con tus amistades, familia y pareja
* Infórmate sobre terapias y tratamientos para sobrellevar los efectos del procedimiento.
* No dudes en buscar ayuda psicológica
Fuente: Omayra Rivera, psicóloga clínica y especialista en adultos y parejas. Para consultas, llama al 787-608-0433.