¿Quiénes se deprimen en la Navidad?
Aprenda a identificar el trastorno afectivo estacional.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La temporada navideña puede ser una época desafiante para muchas personas, particularmente para aquellas que experimentan depresión estacional. ¿Te retraes tú o tienes cerca a alguien así? Es fundamental reconocer y aceptar esos sentimientos, negarlos o reprimirlos puede hacerlos más intensos. Cuando evadimos reconocerlos y trabajar en ellos, se enquistan y permanecen en el tiempo.
La depresión estacional, también conocida como trastorno afectivo estacional, es un tipo de depresión que ocurre típicamente durante los meses de invierno, cuando hay menos luz solar y días más cortos, especialmente en los países nórdicos, donde los días son especialmente oscuros. Los síntomas pueden incluir sentimientos de tristeza, desaliento, ansiedad, postergación, desesperanza, desaliño y culpa.
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Una forma eficaz de afrontar esta perturbación es pedir apoyo a otras personas. Esto puede incluir hablar con un amigo o familiar de confianza, asistir a grupos de apoyo o buscar asistencia profesional. El sostén social es una herramienta poderosa para controlar la depresión, proporciona un sentido de conexión y pertenencia. Al acercarse a los demás, puede lograr otra mirada, nuevas perspectivas sobre su situación, lo que puede convertirse en un bálsamo para el sentimiento de soledad interior.
Participar en actividades de cuidado personal resulta de gran beneficio en este momento. Estas actividades pueden incluir ejercicios, meditación, pasar tiempo en la naturaleza, dormir lo suficiente y llevar una dieta saludable. Usualmente, la persona pasando duelos incurre en el error de evitar actividades que traen alegría y placer, como escuchar música, leer o pasar tiempo con los seres queridos. Al dedicarse a su autocuidado, mejora el estado de ánimo. Algunos tipos de alimentos y actividades que se encarguen de activar las hormonas de la felicidad (dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas) pueden resultar convenientes en este proceso.
Contribuir y consolar a personas en posiciones más vulnerables puede colaborar con salir del propio dolor, además es una de las actividades más gratificantes que podemos realizar, cuando estamos atravesando momentos difíciles nos ensimismamos perdiendo de vista la realidad que nos rodea. Sin embargo, cuando decidimos prestar atención a los demás, ser empáticos y ofrecerles nuestra ayuda, podemos olvidar temporalmente nuestras propias preocupaciones y encontrar un sentido de propósito y significado en la vida.
Además, al aliviar a otros, estamos contribuyendo a crear un mundo más justo y equitativo. Muchas personas se encuentran en situaciones difíciles debido a circunstancias que están fuera de su control, como la pobreza, la enfermedad, discriminación, pérdidas afectivas, o desconocimiento. Al brindarles nuestro apoyo, estamos generando oportunidades para aquellos que han sido desfavorecidos, además, ayudar a otros auspicia estrechar relaciones significativas y desarrollar una comunidad más fuerte. Socorrer a otros puede ser una gran fuente de satisfacción y una forma efectiva de superar el propio dolor.
En conclusión, si se desea salir de la depresión estacional, hay que tomar acción, luego de reconocer y aceptar los propios sentimientos. Los estados depresivos, ya sea estacionario o mayor, exponen al que lo padece a resultados calamitosos. Un profesional de la conducta puede proporcionar herramientas adecuadas y el acompañamiento idóneo para alcanzar su bienestar y alegría de vivir.