¿Qué se sabe de los recuperados del coronavirus?
Algunos datos recientes sobre este novel virus que ha afectado al mundo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Tras varios meses desde que se declaró la pandemia del COVID-19, este nuevo coronavirus continúa presentando grandes retos para la comunidad científica y médica.
Hay muchas dudas con respecto a su evolución, así como la de los pacientes que la padecen o han padecido.
Y aunque las informaciones que abundan son las de la curva de contagio y defunciones, lo cierto es que la enfermedad parece tener un alto nivel de curabilidad. De hecho, de acuerdo a un reportaje de la BBC, según modelos matemáticos de organizaciones que han llevado con la mayor rigurosidad posible las estadísticas de la enfermedad, se estiman que entre el 99% y el 99.5% de las personas contagiadas se recupera.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a los pacientes les toma un promedio de dos semanas en recuperarse. Y se estima que el 80% de los casos la respuesta del sistema inmunitario es efectiva contra el coronavirus. En el restante 20% estarían los casos con un sistema comprometido que no es capaz de batallar el virus tan efectivamente. De ese porcentaje también hay quien logra sanarse, con mayor atención médica.
El problema principal está en los pacientes que desarrollan insuficiencia respiratoria crónica, choque séptico o falla multiorgánica. Son personas muy susceptibles que requieren de cuidado médico para ayudarles a combatir los efectos del virus en sus cuerpos.
Para este virus no se ha encontrado aun una cura. Médicos y científicos alrededor del mundo están en una carrera como nunca antes por desarrollar una vacuna contra COVID-19, pero hasta que no lo consigan las personas hospitalizadas dependen del tratamiento que reciban.
En este punto, se ha hablado mucho últimamente de un medicamento que podría ayudar a los pacientes en etapa tardía del virus, el remdesivir. Se trata de un antiviral que aun está bajo investigación para su uso contra este coronavirus, pues realmente se creó para tratar otras enfermedades. Y aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente su uso en pacientes graves, lo cierto es que las pruebas que se realizan en distintos puntos del mundo arrojan resultados contradictorios sobre cuán efectivo pueda ser.
Es por eso que no se ha logrado establecer cuál debe ser la dosis y la duración óptima de este tratamiento en el caso del COVID-19. La FDA sugiere entre 5 y 10 días.
De otro lado, se apuesta también al tratamiento del plasma de la sangre de pacientes sanados. La idea es que la persona sanada ha desarrollado anticuerpos que podría dar a la gente que está más grave una mayor oportunidad de defenderse del COVID-19. Entonces aquí aparece otra de esas zonas oscuras de la investigación sobre el virus. La revista Immunity ha publicado un nuevo estudio que demuestra que la respuesta inmune no es la misma en todos los pacientes. Hasta el momento, se desconoce cuánto duran los anticuerpos en una persona que ha sanado (hay estimaciones de hasta dos semanas). De igual forma, no se sabe por qué las respuestas inmunes varían entre pacientes.
Al momento, consenso parece ser que la cura contra la enfermedad estaría en la inmunidad contra ella y, que de momento, esta se lograría con una vacuna. Pero en cuanto se consigue, quedan muchas dudas sobre la enfermedad, como si es posible contagiarse nuevamente.
En todos lados se reportan casos de personas que luego de haber contraído la enfermedad y sanado, vuelven a dar positivo en pruebas posteriores. Lo cierto es que aun hay poca evidencia sobre cómo es la inmunización a este coronavirus. Se estima que una vez se ha superado, la persona desarrolle inmunidad. Pero al ser un virus nuevo, prácticamente aun desconocido en muchos aspectos, se desconoce cuán mutable es y si la inmunidad que se desarrolle responde solo a la cepa a la que se estuvo expuesta y no a la mutación.
De momento, se cree que muchos de los reportes de personas que arrojan positivo a una segunda infección podrían deberse a dos fallas: errores en la administración de las pruebas o a "falsos positivos" de personas sanadas.
La doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS, lo explicó a la BBC: "Lo que se está encontrando en algunas personas es que después de haber dado negativo en los exámenes de COVID-19, pasada una semana, dos, o incluso más tiempo, vuelven a dar positivo. Lo que en realidad sucede es que mientras los pulmones se curan, algunas células muertas de estos se expulsan. Son esos fragmentos de los pulmones los que están dando positivo".
Mientras tanto, lo que parece estar claro es que tener un sistema inmunológico en condiciones es clave para enfrentar un diagnóstico positivo. Y para fortalecerlo se recomienda más que nunca alimentarse sanamente, ejercitarse al menos moderadamente todos los días, dormir bien y lo suficiente, y evitar los excesos de tabaco, alcohol y estrés.