Aspirar y despedir el vapor aromatizado de los cigarrillos electrónicos u otros sistemas diseñados para simular el consumo de tabaco, se ha convertido en una práctica habitual entre jóvenes y adultos en diferentes lugares.

En ese sentido, la mayoría de plumas de vapeo funcionan por medio de un aparato de calentamiento a batería, el cual se encarga de elevar la temperatura del líquido que se encuentra al interior del cartucho, para convertirlo en vapor.

Sin embargo, el uso de estos dispositivos genera un impacto negativo en la salud de los seres humanos, ya que contiene sustancias como la nicotina, una de las toxinas que genera dependencia.

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De acuerdo con una investigación realizada por el Texas Health and Human Services (HHSC), vapear, con regularidad, afecta la forma en la que las células de tracto respiratorio reaccionan a los gérmenes, lo que aumenta la probabilidad de contraer enfermedades e infecciones por virus y bacterias.

Además, señalan que los vaporizadores emiten cerca de 31 sustancias químicas y compuestos tóxicos que pueden perjudicar el funcionamiento del cerebro, el corazón, los ojos, la garganta, entre otros órganos.

Por su parte, el doctor Thomas Eissenberg, experto en investigación del tabaco en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (Estados Unidos), resaltó que las personas que suelen usar estos dispositivos están inhalando propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes y nicotina, que al ser calentados producen otros químicos más peligrosos para la salud.

En vista de esto, algunas personas han decidido abandonar por completo el vapeo, debido al alto impacto negativo que este tipo de dispositivos electrónicos provocan en el organismo.

¿Cómo funciona el cuerpo al dejar los vaporizadores?

Dejar de manera permanente de utilizar cigarrillos electrónicos mejora de manera significativa la salud del ser humano. Sin embargo, es importante saber que este es un proceso que requiere de tiempo y paciencia, ya que, al eliminar progresivamente estas sustancias del sistema, el cuerpo tiene que enfrentar varios cambios.

Durante las primeras 72 horas siguientes, la cantidad de nicotina que contiene el organismo, se reduce drásticamente a cero, lo que desencadena varios síntomas relacionados con la abstinencia que le puede dificultar su rutina diaria.

Estos síntomas son:

  • Dolor de cabeza
  • Irritabilidad
  • Problemas para dormir
  • Ansiedad
  • Pérdida del apetito
  • Estreñimiento
  • Acumulación de gases

Para tratar los signos provocados por la falta de nicotina en el cuerpo tras dejar de utilizar los vaporizadores, lo más recomendable es consultar a un especialista para que le recete terapias de reemplazo o productos que le ayuden a contrarrestar el ansia.