Sin embargo, de que te pasaste, te pasaste, y ahora estás pagando las consecuencias.  A continuación te decimos cuáles son los alimentos y bebidas que pueden ayudar a aliviar esos malestares tan desagradables.

Algunos dicen que el mejor remedio es una cerveza. Otros apuestan a que no hay nada como un Bloody Mary para contrarrestar los efectos del exceso de alcohol. Y otros, aún, aseguran que ingerir alimentos con un alto contenido de grasa, lo antes posible después de la bebelata, pueden hasta evitar que amanezcas sintiéndote como si te fueras a morir.

Todo eso dicho, existen varias cosas –mucho más saludables que todas las anteriores– que puedes ingerir para “enderezar” el estómago que amanece “virao”.

Agua de coco - No solo te estarás rehidratando, sino que estarás reponiendo los electrolitos esenciales que el cuerpo elimina cuando se consume mucho alcohol, sobre todo si debido a ello, también has vomitado. Toma un vaso como de 8 oz de agua de coco bien fresquita y te sentirás mejor en un santiamén. Durante la mañana –y el resto del día– toma unos cuantos vasitos más para que el estómago se te asiente por completo.

Jugos de frutas - El jugo de manzanas, el de piña, el de uvas blancas y el de papaya, entre otros, desintoxican el hígado. Como son fácilmente digeribles, tu organismo asimilara todos los nutrientes con mayor facilidad.

Vinagre de sidra de manzana - Parece contradictorio, porque cualquiera pensaría que el vinagre te daría acidez, pero no es así. El vinagre de sidra de manzana restablece el balance del pH del cuerpo, que se afecta con la ingesta de alcohol. También restaura algunos minerales esenciales como el magnesio, el sodio y el calcio. Pero, no te creas que tienes que tomarte un vaso de vinagre a “culcul”; prueba a tomar una mezcla de agua, jengibre, miel y una cucharada de vinagre de sidra de manzana. Hazlo nada más levantarte y verás lo bien que te asentará el estómago.

Guineos - Esta fruta es muy rica en potasio (el cual habrás perdido al orinar mucho, cosa que comúnmente ocurre con el exceso de alcohol). También, es muy suave para el sistema digestivo, de modo que te ayudarán a combatir las náuseas.

Huevos - Son ricos en cisteína, una substancia que descompone las toxinas que son las responsables de la resaca. Los huevos también contienen taurina, que ayuda a proteger contra las enfermedades hepáticas. Eso sí, asegúrate que los huevos estén pasteurizados. 

Caldo de pollo - La cisteína que naturalmente contiene el pollo ayuda a que el hígado funcione de manera más eficiente. Y, por supuesto, el agua del caldo ayuda a rehidratar el organismo y a restaurar los niveles de sodio que, nuevamente, puedes haber perdido, sobre todo si has vomitado. En lo posible, trata de que el caldo de pollo sea fresco y no demasiado condimentado.

Tomates - El licopeno que contienen ayuda a reducir la inflamación que ocurre en el cuerpo como resultado de la ingesta de alcohol. Pero, si la idea de comer tomates temprano en la mañana no es de tu agrado, trata de comerlos, entonces, en el almuerzo. Pero, ojo, eso no quiere decir que te recomendemos el dichoso Bloody Mary, ¿ah?

Avena - Ayuda a neutralizar los ácidos en el cuerpo, lo que, a su vez, contrarrestara la flojera típica de la resaca. La avena también restaura el magnesio y las vitaminas B que se pierden con el consumo del alcohol. Si puedes, trata de añadir un huevo batido a la avena cuando esté acabando de cocinarse. Mézclalo bien y ni lo notarás, pero te ayudará a sentirte mejor mucho más rápido.

La próxima vez

A casi todos nos gusta darnos “el palito”, pero lo prudente –como con todo en la vida- es no excederse. Eso dicho, la próxima vez que tomes alcohol, procura acompañar la bebida con alimentos ricos en proteínas y que tengan, por lo menos, su poquito de grasa. Además, procura tomar un vaso de agua por cada bebida alcohólica que consumas para que te mantengas bien hidratado.