Ante la alerta mundial del COVID-19, los profesionales de la salud recomiendan a las personas que padecen alguna condición crónica de salud a prestar mayor atención a su alimentación y, muy especialmente, al consumo de sodio. Se ha demostrado que el exceso de sodio debilita el sistema inmunológico y, ante este panorama, es importante tomar control de su consumo en nuestra dieta.

En Puerto Rico se acostumbra a consumir muchos mariscos. ¡Cuidado! Vigila la condimentación ya que, por su naturaleza, los mariscos contienen mucho sodio, como es el caso del bacalao seco. Para deshidratarlo se le añade sal y es el que los pacientes con problemas de hipertensión y deficiencia renal deben evitar.

Este tema trae mucha confusión. Es importante que un profesional de la salud sea quien te oriente y determine tu consumo diario de sodio. Después que sepas la cantidad que puedes consumir al día, divídela entre 6, que serían: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas. Cada vez que te comas algo, fíjate en la etiqueta nutricional, de esta forma no te excedes del sodio diario.

Para que tengas una idea y sea más fácil identificar la cantidad de sal al día, les comparto la equivalencia en cucharaditas o miligramos por comida:

• 2,300 mg de sodio - (1 cucharadita al día o 383 mg por comida)

• 1,200 mg de sodio - (1/2 cucharadita o 200 mg por comida)

El sodio es un mineral esencial. Es clave para el funcionamiento del sistema nervioso, entre otros. Lamentablemente hemos abusado de su consumo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el 35% de la población sufre de problemas de presión arterial alta, que es responsable de 9.4 millones de muertes al año. Según los datos científicos, el consumo diario por persona es de 3,400 mg de sodio al día. ¡Esta una cifra alarmante!

Es importante leer la etiqueta nutricional para saber cuánto sodio estamos consumiendo. Si adaptas tu paladar te darás cuenta que comer salado no significa que tenga mejor sabor.

Algunas sugerencias para comenzar un nuevo hábito con menos sodio pueden ser:

• Consumir más frutas y vegetales en su estado natural.

• Leer las etiquetas nutricionales y la lista de ingredientes.

• Evitar los alimentos procesados y enlatados.

• Si vas a consumir los productos enlatados, entonces elimina el líquido y enjuaga el alimento.

Les comparto unas sugerencias que pueden ayudar a eliminar la sal al momento de cocinar. Estas sugerencias funcionan, solo debes darte la oportunidad de cambiar tu paladar y estilo al cocinar. Es una forma de cuidar tu cuerpo y disfrutar de buena salud:

• Utiliza hierbas y especias, ajo, cebolla, orégano, comino en polvo. Ideal para salsas y guisos.

• La ralladura y el jugo de cítricos como limón, china, toronja son excelentes para pescados y carnes blancas.

• Utiliza cebolla, cebollines frescos; cocina a fuego lento, al estar dorados los retiras del fuego. Ese caramelizado es excelente para dar sabor a las comidas con un toque dulce.

• Jengibre, que sirve para casi todo, excelente para aportar sabor y aroma.

• Aceites aromáticos, los puedes hacer en casa. Si los compras, revisa que no tengan sal añadida.

• Vinagretas que contienen menos calorías que el aceite y son muy sencillas de hacer.

• Reducción de vinagre balsámico, excelente para dar sabor.

• Marinar es la mejor técnica para dar sabor a las carnes. Puedes añadir el aceite aromático combinado con especias.

Existen varios tipos de sales para cocinar, pero en esta ocasión estamos fomentando evitar su uso. Como todos sabemos, nuestra alimentación criolla es alta en condimentos y sal. Vamos a cuidarnos y hacer cambios pequeños en nuestros hábitos de alimentación. Los invito a bajar el consumo de sal. ¡Vamos a trabajarlo por nuestra salud, por la salud de todos!

(La autora posee estudios en Administración de Empresas y artes culinarias.)