¿Un holograma puede, realmente, regular la energía de tu cuerpo y hacerte sentir más fuerte o más tranquilo? Ésta es, precisamente, la premisa de un producto que ha causado furor no sólo en el mundo deportivo, sino en el artístico y hasta político.

La pulsera Power Balance promete esto y más. De acuerdo con su página electrónica (www.powerbalance.com), el producto “es un holograma de MYLAR© en el que ha sido almacenada una frecuencia procedente de materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para nuestro cuerpo”.

La propuesta no deja de ser seductora, y lo que en un momento pareció un  secreto celosamente guardado por una elite, está siendo cada vez más publicitado y su mera mención arranca sonrisas en muchos. “A mí, me ha quitado el dolor de espalda”, dicen algunos, mientras que otros juran que sus dolores de cabeza han desaparecido. Yendo más allá, hay quienes aseguran que les ha aliviado dolores de artritis, que los ayuda a dormir mejor o que tienen más fuerza y estámina.

Decodificando el secreto

A simple vista, el brazalete es una banda de silicona con dos sellos plateados (que descansan encima y al dorso de la muñeca)  con  el logotipo “PB” impreso en forma de holograma. Este sello también se coloca en pulseras de neopreno, en colgantes de aluminio o plata esterlina y también se venden sueltos, para aplicarlos, como pegatinas, en zapatos, en la cara opuesta de un reloj de pulsera, en  asientos de bicicleta, raquetas, tablas de surf... En fin, en cualquier objeto que se use con regularidad y que se quiera potenciar para mejorar el flujo de energía corporal.

En teoría, el holograma funciona de la siguiente forma: Todos los cuerpos, incluido el humano, emiten energía, la cual se proyecta más allá de la piel. Los creadores del holograma de Power Balance aseguran que el mismo está cargado con frecuencias que reaccionan positivamente con el campo energético corporal y, para sentir sus beneficios, especifican que no es necesario tenerlo en contacto con la piel, sino que basta que esté, al menos, a unas dos pulgadas de distancia del cuerpo.

¿Realmente funciona?

Aunque los intentos de obtener respuesta de la compañía creadora de la pulsera fueron infructuosos, Álida A. Chacón, codueña de Balance, Inc., la compañía que distribuye, con exclusividad, el producto en la Isla, explica que el poder de la pulsera reside en la programación del  MYLAR© en el que está impreso el holograma.
“El MYLAR© es el material que se usa en cedés y devedés para capturar data y para poder ponerle ciertas frecuencias”, explica la ejecutiva, “y la fórmula es 100 por ciento natural, a base de minerales, cristales, piedras, etc.”, asegura.

Chacón recalca que las bandas en las que está instalado el logo son fabricadas en China, mientras que los hologramas y su programación están hechos en  Estados Unidos. Si bien la fórmula que guarda el secreto del Power Balance está en manos de la empresa que creó el concepto, la ejecutiva asegura que “empieza a funcionar inmediatamente, organizando la comunicación entre células... Es tecnología de rendimiento (y) lo pueden usar todo tipo de personas, no tiene efectos secundarios y es sumamente beneficioso”.

Al no estar disponible la fórmula, hallar una base científica sería mera especulación y, en vista de ello, parece que el secreto de estos hologramas reside, entonces, en la fe que se tenga en su poder de realinear nuestra energía.

Buscando respuestas

La kinesiología viene a ser un camino para contestar el enigma de Power Balance. Según el psicokinesiólogo y psicoterapeuta Andrés Colberg, esta disciplina “estudia el movimiento de la energía en el cuerpo, y desde (esa) óptica, es bastante fácil describir lo que hace la pulsera... El cuerpo es sensitivo y responsivo a todos los estímulos que nos rodean, aunque no nos demos cuenta, y (la energía corporal) responde a los colores, olores, sonidos, esencias, etc.”, asegura.

El poder de la pulsera residiría, entonces, en la disposición de creer que la misma funciona, según Colberg. Además, el hecho de que sea tan cotizada agrega a su valor intrínseco.

“Por virtud del efecto del campo mórfico (concepto ideado por el biólogo Rupert Sheldrake), cuando un número equis de personas hace una misma cosa, (ese ritual) queda impregnado en la atmósfera como  un patrón (...) y, cuando una persona adicional repite ese patrón, se beneficia de toda la energía que ha sido depositada ahí con anterioridad”, señala Colberg.  Es decir, si muchos creen que funcionan y así lo manifiestan, quien se interese en el producto lo adquiere con el convencimiento de que también será beneficiado por el mismo.

“El deseo de explorar lo nuevo es suficientemente válido, siempre y cuando uno vaya dispuesto a encontrar que no va a hacer nada”, recomienda Colberg. “En ese sentido, hasta una piedra en el bolsillo puede ser beneficiosa y nada condenable”.

Resaltan sus beneficios

El poder adjudicado a la pulsera ha llegado hasta las altas esferas del deporte, en particular de aquellos en los que se requiere fuerza y flexibilidad.

Joel Jones Camacho, jugador del equipo de baloncesto Los Piratas de Quebradillas:

“La he usado desde marzo del 2009. Estaba en un restaurante y un amigo me dio una, y me hizo la prueba. Me gustó y estaba convencido... Yo vivo en Isabela, y la encontré en una tienda de surf.

¿Qué beneficios has sentido?

“Durante el juego corro mucho, y hago muchos movimientos seguidos, explosivos... me dí cuenta que, luego de un movimiento explosivo, podía hacer otro enseguida. Mejoró mucho mi tiempo de reacción.
¿Haz hecho cambios en tu rutina?
 “He estado comiendo, descansando y tomando los mismos suplementos de siempre, pero ahora siento que me recupero más rápido.

¿La recomendarías?

“Definitivamente, a cualquiera que hace deporte y quisiera mejorar.

Fernando Morales, acomodador del equipo de volibol de Puerto Rico, y quien representará a la Isla en los Juegos Centroamericanos.

“La estoy usando desde noviembre. Me enteré de la pulsera porque uno de los refuerzos de mi equipo la auspiciaba en California, y me dijo lo que es y me dio una para que la probara.

¿Qué beneficios has sentido?

En verdad, me siento mejor jugando, me da más estabilidad, sobretodo en mi posición de acomodador se necesita mucho eso, para poder tener la postura para acomodar la bola dondequiera... Me siento con más energía y por el mismo hecho de que estoy más estable, ya no tengo tantos dolores.

¿Has hecho cambios en tu rutina?

Estoy haciendo lo mismo que antes, pero la uso constantemente.

¿La recomendarías?

Sí, toda mi familia la usa desde que me vieron usándola, y todo el que me pregunta, le explico lo que hace.

Más información

Para consultas con Andrés Colberg, psicokinesiólogo y psicoterapeuta, llama al 787- 638-0159 o escribe a headwithahat@yahoo.com