¿Por qué hay efectos secundarios a las vacunas contra el COVID-19?
Cada cuerpo reacciona de una forma distinta.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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¿Por qué algunas personas sufren efectos secundarios tras vacunarse contra el COVID-19?
Los efectos secundarios temporales, como dolor de cabeza, fatiga y fiebre, son síntomas de que el sistema inmunitario se está acelerando, una respuesta normal a las vacunas. Y son habituales.
“El día después de recibir estas vacunas, yo no planearía nada que fuese una actividad física extenuante”, dijo el doctor Peter Marks, jefe de vacunación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, que sufrió fatiga tras recibir la primera dosis.
Esto es lo que está ocurriendo en su cuerpo: el sistema inmunológico tiene dos brazos principales, y el primero se activa tan pronto el cuerpo detecta un intruso extraño. Los glóbulos blancos se dirigen al lugar, generando una inflamación responsable de los escalofríos, el dolor, la fatiga y otros efectos secundarios.
Esta rápida respuesta del sistema inmunitario que tiene a debilitarse con la edad, uno de los motivos por los que las personas más jóvenes reportan efectos secundarios más frecuentemente que los adultos mayores. Además, algunas vacunas provocan más reacciones que otras.
Dicho esto, cada cuerpo reacciona de una forma distinta. Si no sintió nada un día o dos después de recibir la dosis, esto no significa que la vacuna no esté funcionando.
Entre bastidores, las vacunas también activan la segunda parte del sistema inmunitario, la que proporciona la protección real frente al virus al producir anticuerpos.
Otro efecto secundario molesto: cuando el sistema inmune se activa, a veces puede causar la inflamación temporal de los ganglios linfáticos, como los situados debajo de los brazos. A las mujeres se les anima a programar una mamografía rutinaria antes de recibir la vacuna contra el COVID-19 para evitar que un ganglio inflamado pueda confundirse con un cáncer.
No todos los efectos secundarios son rutinarios, pero después de que se hayan administrado cientos de millones de dosis de vacunas en todo el mundo y de los intensos controles de seguridad, se han identificado pocos riesgos graves. Un pequeño porcentaje de quienes recibieron las desarrolladas por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y Johnson & Johnson, reportaron un tipo inusual de coágulos de sangre. Algunos países reservaron estas dosis para adultos mayores, pero los reguladores afirman que los beneficios que ofrecen siguen superando a los riesgos que plantean.
Algunos también sufrieron reacciones alérgicas severas ocasionales. Ese es el motivo por el que se le pide que espere durante unos 15 minutos después de recibir cualquiera de las dosis, para asegurar que cualquier tipo de reacción se atenderá rápidamente.
Por último, las autoridades están tratando de determinar si la inflación cardíaca temporal que puede desarrollarse con muchos tipos de infecciones podría ser también un efecto secundario poco común tras recibir una vacuna de ARN mensajero, como las Pfizer y BioNTech, y Moderna. Las autoridades sanitarias estadounidenses no pueden determinar aún que haya una relación, pero apuntaron que están monitoreando un pequeño número de reportes, la mayoría en hombres adolescentes o adultos jóvenes.