Washington. La píldora de Pfizer contra el COVID-19 aparentemente ofreció pocos o ningún beneficio a los adultos jóvenes, aunque sí redujo el riesgo de hospitalización y muerte entre los adultos mayores en riesgo, según un estudio a gran escala publicado el miércoles.

Los resultados de un estudio israelí a 109,000 pacientes probablemente reabran el debate sobre el uso por parte del gobierno de Estados Unidos del medicamento Paxlovid, el cual se ha convertido en la primera opción para combatir el COVID-19 debido a lo cómodo de su uso en casa. El gobierno del presidente Joe Biden ha invertido más de $10,000 millones en adquirir el fármaco y ponerlo a disposición de miles de farmacias a través de su iniciativa de pruebas diagnósticas y tratamientos.

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Los investigadores descubrieron que el Paxlovid redujo las hospitalizaciones entre las personas de 65 años o más en casi un 75% cuando se les administró poco después de contagiarse. La cifra es similar a la arrojada en estudios previos usados para autorizar el uso del fármaco en Estados Unidos y otros países.

Pero esta medicina no generó un beneficio tangible entre las personas de 40 a 65 años, según un análisis de registros médicos.

El estudio tiene ciertas limitaciones debido a su diseño, que recolectó datos de un amplio sistema de salud de Israel en lugar de inscribir a pacientes en un estudio aleatorio con un grupo de control, el estándar en la investigación médica.

Los hallazgos reflejan la naturaleza cambiante de la pandemia, en la que la gran mayoría de las personas ya tienen algún tipo de protección contra el virus, ya sea por vacunación o infección previa. En los adultos jóvenes en particular, ello reduce grandemente sus riesgos de sufrir complicaciones graves de la enfermedad.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) estimaron recientemente que el 95% de los estadounidenses mayores de 16 años ya cuentan con cierto nivel de inmunidad contra el virus.

El Paxlovid seguirá siendo importante para las personas que corren mayor riesgo de sufrir un cuadro grave de COVID-19, como los ancianos y aquellas personas con sistemas inmunitarios afectados”, dijo el doctor David Boulware, investigador de la Universidad de Minnesota que no participó en el estudio. “Pero para la mayoría de los estadounidenses que ya son elegibles, esto realmente no tiene un gran beneficio”.

Un portavoz de Pfizer se negó a comentar sobre los resultados, que fueron publicados en la revista New England Journal of Medicine.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el uso de Paxlovid a finales del año pasado para adultos y niños mayores de 12 años que sean considerados de alto riesgo debido a que padecen problemas de salud como obesidad, diabetes y padecimientos coronarios. Más del 42% de los adultos del país son considerados obesos, es decir, unos 138 millones de estadounidenses, según los CDC.

Cuando la FDA emitió su decisión no había opciones para el tratamiento del COVID-19 en casa, y el Paxlovid fue considerado fundamental para frenar las hospitalizaciones y decesos durante el repunte de la pandemia en su segundo invierno. Además, los resultados del fármaco fueron mucho más contundentes que los de una píldora similar desarrollada por Merck.

La FDA basó su decisión en un estudio de Pfizer con pacientes de alto riesgo que no habían sido vacunados ni habían recibido tratamiento por una infección previa de COVID-19.

“Esas personas sí existen, pero son relativamente escasas porque la mayoría ya está vacunada o se ha infectado”, dijo Boulware.

Pfizer reportó hace unas semanas que un estudio por separado sobre el Paxlovid en adultos saludables —vacunados y no vacunados— no mostró beneficios significativos. Dichos resultados aún no han sido publicados en una revista médica.

Desde que se autorizó el uso del medicamento se han emitido más de 3,9 millones de recetas para Paxlovid, según registros federales. El tratamiento consiste en tres píldoras dos veces al día durante cinco días.

Un portavoz de la Casa Blanca se refirió el miércoles a varios estudios recientes que dejaban entrever que el Paxlovid ayuda a reducir las hospitalizaciones entre las personas mayores de 50 años. Los estudios no han sido publicados en revistas revisadas por colegas.

“El riesgo de desenlaces graves por el COVID sigue una pendiente, y cada vez hay más evidencia que muestra que los individuos de entre 50 y 64 años también pueden beneficiarse del Paxlovid”, dijo Kevin Muñoz en un comunicado enviado por correo electrónico.

Funcionarios del gobierno han estado trabajando durante meses para que se incremente el uso de Paxlovid, estableciendo miles de lugares en donde los pacientes que den positivo en pruebas diagnósticas puedan surtir una receta. El mes pasado, las autoridades federales incrementaron aún más el acceso al medicamento al permitir que sea recetado por farmacéuticos.

La Casa Blanca indicó recientemente que pronto podría dejar de adquirir vacunas, medicamentos y pruebas diagnósticas de COVID-19, dejándole la responsabilidad al mercado de seguros privados. En ese escenario, las aseguradoras podrían fijar nuevos criterios sobre cuándo harían un desembolso para que los pacientes reciban Paxlovid.