Parejas disparejas, ¿funcionan?
Ser diferentes no va a facilitar el equilibrio y la armonía.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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A él le gusta el reguetón, y a ella ir a conciertos de jazz. Él odia leer, pero ella disfruta la lectura y las conversaciones filosóficas. Él prefiere salir a bailar hasta el amanecer; ella, quedarse en casa a ver una película. Él prefiere intimar a plena luz y ella prefiere la oscuridad...
Sin embargo, a pesar de las marcadas diferencias, ambos juran que son el uno para el otro. Claro, esa ilusión surge al tomar como referencia que el amor todo lo puede y la idea de que tolerar y aceptar las discrepancias del otro forma parte del proceso de aprender a vivir en pareja. Sin embargo, ¿qué pasa cuando esos desacuerdos sobrepasan el límite de la tolerancia? Ese tipo de relación, ¿tiene posibilidades de éxito?
“No”, responde con firmeza el psicólogo Carlos Sosa, quien añade que, en asuntos amorosos, “ser diferentes no va a facilitar el equilibrio y la armonía, tan necesarias en una relación para que funcione”.
Si bien la Ley de Polaridad establece que los polos opuestos se atraen, el doctor aclara que esto no debe confundirse con ser complementarios. “Cuando vemos que funciona es porque en realidad estamos hablando de un complemento”, aclara el doctor. Además, explica que sentir atracción hacia alguien distinto a nosotros ocurre “porque queremos complementar a través de esa persona alguna característica que pensamos que necesitamos, y que nos agrada”. Como ejemplo, hacía referencia a una persona tímida que siente admiración por alguien extrovertido, o alguna persona desordenada que tiende a fijarse en alguien que procura la organización.
“Pero cuando se habla de polos opuestos, se hace referencia a personalidades totalmente diferentes, con diferentes actitudes en la vida, lo que va a llevar a discrepancias significativas”, especifica el psicólogo. Y aclara que, si bien en las relaciones de pareja “siempre hay diferencias que pueden manejarse”, lo cierto es que, “cuando son diametralmente opuestas, eventualmente van a surgir fricciones y, como consecuencia, el fracaso”.
Sosa añade que hacer ajustes “para adaptarse y convivir en pareja” pudiera considerarse con miras a intentar que la relación funcione, pero la realidad es que “eso no pasa con mucha frecuencia, y esto tomando en cuenta que ambos hagan ajustes, porque si lo hace uno solo, la persona va a sentir el peso de la situación sobre ella”. Por lo tanto, “el compromiso debe ser de parte y parte”, comenta el psicólogo. “Y estamos hablando de modificar actitudes o comportamientos que no interfieran con las características principales de la persona, no dejar de ser tú ni acceder a lo que represente una amenaza a tu forma de ser”.
El amor, ¿todo lo puede?
Con relación a quien piensa que estar enamorado -y ser correspondido- es suficiente para lograr que la relación funcione, el doctor señala que “el amor no es ciego, y eventualmente, por más amor que haya entre los dos, si se trata de diferencias diametrales, la relación va a fallar”. Y añade que “hay situaciones que, verdaderamente, requieren mayor capacidad que sentir amor. El amor es una parte, pero si no hay compatibilidad, está condenado al fracaso”. Además, crear conciencia de esta situación “duele porque una separación es dolorosa, pero muchas veces es la solución adecuada para una situación que no puede continuar”.
En el aspecto sexual
Por su parte, la sexóloga Alicia Fernández expone que “la afinidad es sumamente importante en la relación de pareja”. De no existir “o no desarrollarse a un nivel aceptable para ambos, ya sea en cuanto al deseo de la frecuencia, el tipo de preferencia de posiciones sexuales, el lenguaje verbal o no verbal durante el acto sexual o el “drive” sexual (nivel de deseo, como, por ejemplo, que él quiere siempre y ella no), uno o ambos miembros puede desarrollar un grado de insatisfacción que provocará, paulatinamente, frustración en este plano”. Por consecuencia, “esta frustración y falta de satisfacción sexual, eventualmente, aleja a la pareja a nivel de no desear la intimidad con su pareja”, lo que “puede finalizar en separación o divorcio”
La también presidenta de Aspects (Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual) aclara que “la afinidad sexual normalmente no se da desde el inicio en un alto porcentaje de las veces”. Por el contrario, “se va desarrollando en la medida en que los miembros de la pareja van integrando aquello que les agrada a ambos, dejando la puerta abierta para hacer otras cosas o prácticas que a veces no son del total agrado de ellos, pero que se pueden llevar a cabo en vías de lograr la satisfacción sexual del otro, y viceversa”.
La perito forense especifica que “hay casos en que, dependiendo de la crianza, la mujer acepta de forma pasiva todo lo que el hombre desea hacer en la intimidad, le satisfaga esto o no”. A esto cabe añadir que “la sexualidad del hombre tiene un fuerte carácter genital ya que su finalidad es poseer a la hembra y eyacular, a diferencia de la mujer, cuya sexualidad se manifiesta a base de la sensualidad, el romanticismo, las fantasías y los toques en un tiempo (diferente para cada mujer) diferente al hombre”. Claro, hay que reconocer que, “gracias al empoderamiento sexual de la mujer, esto ha ido cambiando (aunque todavía falta mucho). Ésta busca, solicita, exige su satisfacción y disfrute sexual, enfrentando al hombre a evitar la sexualidad mecánica a corto tiempo”.
La doctora reitera que “la intimidad es uno de los tres pilares importantes para mantener la unión de la pareja (los otros dos son la pasión y el compromiso)”. Sin embargo, “cuando uno de los dos miembros pierde la pasión por alguna razón, que en este caso pudiera ser por falta de afinidad sexual, se comienza a perder el deseo a la intimidad y, por consiguiente, el compromiso (que es la voluntariedad de la persona a mantenerse al lado de la otra)”.
Para citas con el psicólogo Carlos Sosa: 787-755-2402 o 787-640-282
Para citas con la Dra. Alicia Fernández, de la Clínica de Sexualidad Humana: 787-768-3320
Cómo manejar la situación
El psicólogo aconseja tomar en consideración los siguientes aspectos:
Sé honesto contigo. ¿Vale la pena continuar? Cuidado con apoyarte en la negación, en especial por miedo a enfrentar una separación, la soledad o el estigma de estar divorciado.
Conversa tus inquietudes. Pero evita hacer reclamos en forma agresiva, ya que eso fomenta disputas e incomodidades.
Escucha tus sentimientos. ¿Estás insatisfecho en esa relación de pareja? ¿Te sientes frustrado? ¿No te sientes feliz? Si respondiste “sí” a una o más de estas preguntas, tómalos como indicadores de que algo anda mal en la relación.
Como pareja, procuren buscar ayuda profesional. Esto ayudará a definir sus metas y encontrar soluciones adecuadas (que pueden incluir una separación definitiva) que les permitan alcanzar la sanidad emocional.
En cuanto a la vida íntima
La sexóloga invita a tener en cuenta lo siguiente:
- Como pareja, deben darse el tiempo suficiente para conocerse antes de convertirse en novios.
- A su vez, concederse suficiente tiempo de noviazgo para que les permita ver en su intimidad (no necesariamente sexual) el nivel de afinidad que existe o descubrir las diferencias. Aquellos casos en que conviven sin darse el tiempo de conocerse lo suficiente, la probabilidad de que no logren una afinidad adecuada y no se tengan la tolerancia para aceptar, modificar conductas o buscar un “happy medium”, tienen más probabilidades de separarse o divorciarse por falta de afinidad sexual.
- Evita pasar por alto las diferencias con la idea de que “esa situación, cuando nos casemos, se acaba”. Por el contrario, se deben tomar decisiones al respecto. Lo que se permite en el noviazgo no se elimina con el matrimonio.
- Una vez convivan, deben ampliar el nivel de afinidad saliéndose de la rutina, desarrollando técnicas erotológicas para la estimulación de ambos (exploración de diversas partes del cuerpo) a través del conocimiento del cuerpo humano.
- Al exponer tu sentir, opta por una comunicación afectiva para que pueda ser efectiva.
- Si a pesar del intento por resolver las discrepancias por su cuenta continúan los conflictos o la falta de afinidad, debes buscar ayuda psicosexual lo más pronto posible.