El encierro como parte de las medidas de prevención por la pandemia por el coronavirus ha levantado una voz de alerta ante la exposición continua de los menores a aparatos tecnológicos para su distracción.

Si bajo circunstancias normales el apego a los teléfonos móviles, las tablets y computadoras ha sido costumbre, con las limitaciones de entretenimiento en estos días, la exposición se ha acentuado. Sin la supervisión adecuada, esto pudiera ser perjudicial para la salud visual de tu pequeño, en específico, ante la posibilidad de desarrollar miopía, que implica la dificultad para ver a lo lejos.

“Hay diferentes mecanismos para que ocurra un diagnóstico de miopía”, explicó la oftalmóloga Vanessa López Beauchamp. “Sabemos a ciencia cierta, con estudios probados, que el niño que está más tiempo dentro de la casa, puede desarrollarla”, afirmó. “Estos niños que se crían adentro, viendo televisión y sin jugar afuera por lo menos 60, 80 minutos, que es lo que dicen los estudios, podrían desarrollar miopía más comúnmente que un niño que juega afuera”, reiteró, y explicó que “miopía significa que tiene una receta de un número negativo, que necesita espejuelos para ver de lejos”.

De la misma manera, la doctora aclaró que no se ha observado que el diagnóstico empeore en el menor que ya la tiene. “Lo que no se ha probado es que aumente la progresión de la miopía. Por ejemplo, que un - 3 empeore a un – 4, - 5, - 6, que vaya progresando”. La oftalmóloga recomendó a los padres estar atentos a los hábitos en el compromiso de evitar que el niño desarrolle este trastorno de la visión porque “la miopía es irreversible. Una vez se desarrolla, es bien difícil que eso se corrija”.

¿Y los adultos?

López Beauchamp establece que la miopía se define por varios factores, y uno de ellos es lo que se relaciona con la longitud axial del ojo. “En los niños, ese largo del ojo todavía se está desarrollando, contrario a un adulto, que ya el ojo no le va a crecer más. El niño nace con un ojo pequeño y poco a poco se va desarrollando hasta los 16, 17 años”, explicó. “El niño es quien se puede afectar de esta situación ya que en el adulto, el ojo creció lo que iba a crecer”.

Cómo cuidarlo

La doctora hizo referencia a lo que aconseja la Academia Americana de Oftalmología, que es la práctica del 20/20/20.

“Esto es que cada 20 minutos de uso de computadora, celulares o de tablets o televisión, vean a un punto a 20 pies de distancia, que vean a lo lejos, por 20 segundos”, explicó, y fue enfática en la responsabilidad de los adultos en este compromiso de salud.

“Los padres deben tener algún tipo de timer (reloj), alguna manera de que logren que cada 20 minutos esos niños miren a lo lejos, y de esa manera estamos minimizando el riesgo a que empeoren o desarrollen miopía porque ahora mismo ellos están la mayor parte del tiempo adentro”.

Otras preocupaciones

La oftalmóloga compartió inquietudes adicionales que ha observado en adultos como parte del encierro por el COVID-19.

- Un descuido serio

La doctora apuntó a cómo el temor por salir de casa ha provocado que muchos pacientes dejen pasar citas de seguimiento de trastornos crónicos. “En el caso mío, que soy especialista de la parte del frente del ojo, me han llegado pacientes con las presiones más altas, con glaucoma descontrolado, algunos que por protegerse de la pandemia, dejaron de usar las gotas por no ir a una farmacia. Lamentablemente, se han descuidado”, dijo con preocupación, y resaltó con énfasis que en las oficinas médicas se siguen los protocolos establecidos para prevenir un contagio, razón por la que un paciente debe confiar.

- Lesiones oculares

El aislamiento en casa ha generado un aumento en las lesiones por partículas en los ojos por tareas domésticas como martillar, pintar, sembrar, entre otras. “Cualquier actividad que conlleva el riesgo de que algo pueda caer en los ojos, requiere usar gafas de protección”.

- Ojo seco

“Mientras más tiempo estamos pegados a pantallas de computadoras, televisor, celulares, tendemos a parpadear menos. Las lágrimas se van a evaporar más rápido y se va a resecar más el ojo”, explicó López Beauchamp, quien agregó que como parte de los síntomas se manifiesta picor y fatiga ocular.

- Sobre la luz azul

Ante la marcada exposición a los aparatos tecnológicos, ha aumentado la duda sobre los supuestos riesgos de la luz azul que emiten algunos de estos. “Se están promocionando unas gafas que bloquean la luz azul, como necesarias para evitar daños a los niños y adultos. Eso no es cierto. Antes de emitir una opinión, nos dejamos llevar por la Academia Americana de Oftalmología, y han expresado que no se han visto que esos espejuelos sean necesarios. La luz azul no afecta la visión”, aclaró. “Lo que sí puede, durante la noche para quien esté expuesto hasta muy tarde, es alterar el ritmo circadiano, que es que se puede afectar el patrón de sueño.