En los últimos años, el ayuno intermitente ha ganado popularidad y muchos han decidido incorporar esta práctica en su vida, con el fin de, en gran medida, bajar de peso o su porcentaje de grasa corporal.

Aunque se han encontrado muchos beneficios para el organismo, también se han realizado estudios para determinar qué podría estar mal en esta práctica tan famosa en la actualidad, pues podrían verse dificultades a largo plazo en quienes la realizan.

Esta práctica se refiere a alternar periodos de comer y de ayuno, en algunas no se especifica qué alimentos consumir sino cuándo comerlos, lo que ayuda a gestionar el peso y mejorar la salud metabólica.

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Aunque no se han encontrado resultados concluyentes sobre la relación causa - efecto del ayuno intermitente hasta el momento, sí se ha comprobado que existen cambios en el cerebro y la salud gastrointestinal, pero aún así, se necesitan más estudios para determinar cuáles riesgos podrían existir de continuar en un ayuno intermitente.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts -MIT- desarrolló un estudio en ratones y este se publicó en la revista Nature.

En dicho análisis se pudo constatar que el ayuno puede ayudar a las células del intestino a regenerarse y contribuye con la salud de este órgano y aunque esta es una buena noticia, también encontró algo no tan favorable.

Los investigadores se centraron en investigar cómo funcionaba el proceso de la regeneración de las células madre del intestino, por lo que evaluaron a tres grupos de ratones: uno que comió como de costumbre, otro que tuvo un ayuno de 24 horas y el último con un ayuno y luego comer hasta saciarse en las siguientes 24 horas.

Según el equipo de investigadores, en el momento del ayuno la regeneración de las células madre se suprimía, pero se aceleraba cuando los ratones empezaban nuevamente a comer.

“El hallazgo principal de nuestro estudio actual es que la realimentación después del ayuno es un estado distinto del ayuno en sí. La realimentación posterior al ayuno aumenta la capacidad de las células madre intestinales para, por ejemplo, reparar el intestino después de una lesión”, aseguraron Omer Yilmaz, Shinya Imada y Sale, responsables de la investigación.

Lo negativo del caso tiene que ver con que, aunque sí hay un aumento en la regeneración de las células madre del intestino, estas pueden presentar algún tipo de mutación, lo que derivaría a la creación de pólipos de tipo cancerígeno en la fase de ayuno.

“Tener más actividad de células madre es bueno para la regeneración, pero un exceso de algo bueno a lo largo del tiempo puede tener consecuencias menos favorables”, explicó Omer Yilmaz.

No obstante, es importante saber que este es un estudio inicial y que efectuó en ratones, por lo que para tener resultados más concluyentes, es necesario que se realicen más análisis y de ser posible, en humanos para observar los cambios reales que el ayuno ocasiona en el organismo.

Recuerde que cuando vaya a iniciar algún tipo de dieta o cambios drásticos en su alimentación es necesario consultar con su médico para evitar problemas en su salud.