En algunos países, le llaman la “fruta de la pasión” o “maracuya”; nosotros, la llamamos parcha.

La Real Academia Española define a la parcha como el fruto de la planta de la familia de las Pasifloráceas, propia de América tropical.

Dicho fruto es ovoide, amarillento, liso, del tamaño de un melón y con pulpa sabrosa y agridulce.

La parcha es famosa en el ámbito gastronómico, particularmente, para la confección de aderezos y jugos. Sin embargo, son muchas las propiedades gastronómicas las que se le adjudican.

– Baja la presión arterial.

– Es rica en calcio, hierro y fósforo, además de vitaminas A y C.

– Tiene un alto contenido de betacaroteno, potasio y fibra, lo que la convierte en un excelente laxante.

– Promueve el buen funcionamiento del intestino.

– La infusión de sus hojas tiene un efecto relajante.

– Es un buen somnífero.

– Alivia los espasmos bronquiales.

– Alivia el dolor menstrual.

– Se dice que los indígenas utilizaban la flor para sanar heridas y raspaduras.

– Promueve una buena salud visual.

– La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos.

– Promueve el buen estado de la piel y el cabello.

– Favorece la absorción del hierro de los alimentos, lo que previene la anemia.

– Es favorable para la pérdida de peso, pues promueve el metabolismo energético.

– Promueve la salud del sistema inmunológico.