Lo que están haciendo muchos jóvenes para evitar una relación formal
Sin embargo pudiera tener algunos riesgos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Luego de haber salido de una relación de 2 años y medio, Sofía S. se animó a intentarlo nuevamente. Se descargó Bumble e hizo “match” con un chico. Luego de casi dos semanas de conversar por la app de citas, él se animó y la invitó a salir. Lo pasaron muy bien, estuvieron en un bar donde tomaron, conversaron y quedaron en salir por segunda vez.
Llegada la segunda cita, Sofía le preguntó qué era lo que estaba buscando, ya que ella quería una relación seria, a lo que él le respondió que no sabía aún, pero que si se formalizaba no tendría problemas. La relación fue avanzando y comenzaron a tener más confianza e intimidad. Sin embargo, de un momento a otro, él dejó de ponerle interés a lo que se estaba construyendo. Sofía se puso muy triste, porque no entendía lo que estaba pasando, ya que habían compartido muchas situaciones personales, pero ya no estaba segura si él seguía interesado en tener una relación seria.
Sofía se armó de valor y decidió hablarle sobre el tema. Luego de conversarlo varias horas, él le dijo que no se encontraba listo para tener una relación, por lo que ella se sintió muy triste: había depositado su confianza en él. Le costó mucho superar aquel encuentro que no parecía casual, ya que involucró más que ello. Sofía se encontraba en una ‘Situationship’.
¿Qué es una ‘Situationship’?
Conforme van avanzando los años, las formas de relacionarnos con los otros han cambiado cada vez más, entre ellas, las relaciones de pareja. Existe un tipo de relación que involucra emociones y sentimientos; tienen intimidad, pero nunca llegan a formalizar como pareja. A ello se le llama ‘Situationship’ y se dice que terminar este vínculo duele más que una relación de años. Para explicarnos mejor sobre este término, Bienestar del Diario El Comercio conversó con el psicoterapeuta humanista y especialista en salud intercultural, Humberto Briceño, “Artesano de mentes”.
“Se refiere a la valoración excesiva. Los jóvenes, principalmente, con encuentros sexo-afectivos, suelen idealizar, y al no llegar materializarse en una relación estable o en un proceso de enamoramiento como comúnmente se conoce, generan estragos en su vida emocional”, explica el especialista.
El sociólogo, filósofo y ensayista polaco-británico de origen judío, Zygmunt Bauman reconoce a estos tipos de relaciones como “Amor líquido” o “Modernidad líquida”. Se refiere a que las personas no quieren tener una relación, pero sí quieren relacionarse.
Briceño opina que es algo contradictorio, pero tiene que ver con que consolidar una relación implica un compromiso que los jóvenes no están dispuestos a asumir en una vida donde las condiciones materiales y los estilos de vida se relacionan más con la soltería y no con la autonomía ni con la independencia, pero también con la falta de compromiso con una dificultad muy grande de pensar en proyectos a largo plazo.
“Este tipo de relaciones no implican quedarse demasiado tiempo, justamente por la imposibilidad de quedarse con una sola persona, porque eso te impediría seguir relacionándote o seguir conociendo personas en esta actitud consumista, donde les aterra el futuro. Anteriormente, lo preferible era la posibilidad de consolidar algo para tener un proyecto a largo plazo como una familia, hablando de una moral más conservadora”, agrega Briceño.
Beneficios y riesgos de estar en una ‘Situationship’
Beneficios:
Tener acceso por instantes a experiencias íntimas sexo afectivas como el cariño, la compañía, el sostén emocional, etc.
Autoconocimiento: También es una oportunidad para experimentar, descubrir nuevos placeres y explorar qué aspectos de las relaciones se disfrutan más o menos, para así ponerlas en práctica cuando ya se tenga una relación.
Riegos:
Engancharse: Esto es totalmente natural cuando uno tiene una experiencia profunda con alguien. Siente la sensación de ser descartado y eso puede ser muy traumático.
Atenta contra el valor de uno mismo: La persona lo interioriza en un sitio en su mente y lo más seguro es que sea afectado a pesar de que racionalmente podemos estar de acuerdo, emocionalmente no.
La falta de reglas explícitas: Esto puede llevar a malentendidos o conflictos internos que desencadenen emociones negativas de celos o simplemente no entender qué son en realidad.
¿Cómo terminar una ‘Situationship’ si me encuentro en ella?
Más allá de responder a la pregunta de cómo terminar una ‘Situationship’, según Briceño, lo importante es preguntarnos cómo terminar con un vínculo que nos ha comprometido, sin importar el tiempo que haya conllevado.
Dar un cierre: En este, no necesariamente considerar a la persona si está dispuesta a darlo o no, pero es un trabajo personas, ya que cerrando relaciones podemos reconocer si hay alguna tendencia a la dependencia o a la obsesividad.
Acudir a un psicoterapeuta: Para que nos ayude o enseñe a dar un cierre y en cualquier tipo de situación futura parecida ya sepamos qué hacer.
Razones por las que duele más terminar una ‘situationship’ que una relación de pareja
Por la ambigüedad: Esto debido a que es un tipo de vínculo ambiguo, como diría Bauman, líquido, ello no se puede agarrar; en cambio, en una relación de pareja formalizada uno ya tiene etiquetas.
Por la exclusividad: Como hay un vínculo profundo afectivo, suele ser muy difícil salir de ahí, ya que se asume que la pareja no está saliendo con otra persona, por lo que se está construyendo, pero al mismo tiempo no hay un compromiso de por medio y es más difícil reclamar.
La dependencia: Los compromisos de compartir afectivo, se pueden convertir en dependencia y cuando se tiene un cierre, duele. Dejar de tener la expectativa de que va a seguir sucediendo o que puede llegar a formalizarse es duro de sobrellevar.
Cabe resaltar que sea cual sea el tipo de relación que se lleve, debe haber responsabilidad afectiva y una buena comunicación entre ambas partes para que nadie salga herido, siempre es mejor dejar las cosas claras desde un inicio.