La moda de las dietas detox y sus zumos prometen “desintoxicar” nuestro organismo. De pronto, nos sentimos contaminadas y estamos dispuestas a pagar exageradas sumas de dinero por jugos de frutas y vegetales que “nos  librarán de toxinas”.  Pero, ¿en realidad necesitamos desintoxicarnos?

José Miguel Mullet, autor del libro “Comer sin miedo”, nos dijo: “Si crees estar intoxicada, entonces vete al hospital y pide un lavado gástrico.  De lo contrario, tu hígado y riñones se encargan de las toxinas que consumes a diario”. 

El ser humano puede soportar hasta 140 químicos tóxicos en el cuerpo, según el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos. Pero nosotras no soportamos ni una sola mención de la palabra “tóxico”. Es natural que querramos protegernos, pero si no nos informamos podemos hacer exactamente lo contrario.

El peligro de las dietas detox es que normalmente no respetan ninguna tabla nutricional y proponen reemplazar todas las comidas por licuados de vegetales y frutas. Aunque sea por unos cuantos días, estos regímenes pueden ser perjudiciales. En un artículo sobre el tema, la nutricionista Lorena Romero señala que puede ser aterrador pensar que desintoxicarse implica jugos, extractos, brebajes y morirse de hambre. Más bien, resalta que el mejor consejo en este caso es dejar de “intoxicarnos". Evitar comer alimentos con grasas saturadas, altos en calorías y colesterol.  

Las dietas detox, como cualquier método veloz y radical, son otra forma de engañarnos. Un camino fácil hacia la vida sana que anhelamos. Si queremos mejorar nuestra salud, tenemos que ordenar nuestros hábitos al comer diariamente y no una semana cada cierto tiempo. Evitar, por ejemplo, el alcohol en exceso y el cigarro, que sí son tóxicos.