El consumo de leche ha sido tradicionalmente recomendado por sus beneficios para la salud ósea y su aporte de nutrientes esenciales como el calcio y la vitamina D. Sin embargo, investigaciones recientes de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, sugieren que el consumo diario de leche en adultos podría no ser tan beneficioso y en algunos casos, incluso contraproducente.

David Ludwig y Walter Willett, profesores en los departamentos de Nutrición y Epidemiología de Harvard, estudiaron en 2021 los efectos de la leche en la salud de los adultos. Uno de los puntos más sorprendentes de su investigación fue que los países con mayor consumo de productos lácteos también presentan mayores tasas de fracturas de cadera, lo que cuestiona la creencia de que la leche es esencial para la salud ósea en todas las etapas de la vida. Además, señalaron que algunos productos lácteos podrían estar relacionados con un mayor riesgo de cáncer de próstata y de endometrio.

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Ante los posibles efectos adversos, los expertos de Harvard sugieren moderar el consumo de leche en la adultez y considerar opciones como la leche de soja o almendras. Sin embargo, advierten que muchas versiones comerciales de estas leches vegetales tienen azúcares añadidos.

Así mismo, Harvard sugiere que en lugar de consumir leche diariamente, los adultos podrían optar por fuentes de calcio como el brócoli, la col rizada, el tofu, las almendras y otros alimentos fortificados.

A la luz de estos hallazgos, los expertos de la prestigiosa universidad de Harvard coinciden en que la leche puede ser parte de una dieta equilibrada en la adultez, siempre que se consuma con moderación y en combinación con una dieta rica en vegetales. Consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios en la dieta es clave para ajustar el consumo de lácteos según las necesidades individuales de cada persona.