El albaricoque (damasco) es una fruta altamente nutritiva que aporta beneficios a la salud gracias a su contenido de beta-carotenos, los cuales el cuerpo convierte en vitamina A. Este nutriente es fundamental para varios aspectos del bienestar, entre los que se incluyen la mejora de la visión, el fortalecimiento del cabello, y el cuidado de la piel. Además, la vitamina A juega un rol esencial en el sistema inmunológico.

Los beneficios del damasco

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “el durazno se destaca por su contenido en beta-carotenos, que el organismo convierte en vitamina A, esencial para la visión, la piel, el cabello y el sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes”. Aparte de los beneficios derivados de su contenido en beta-carotenos, el damasco también es una excelente fuente de minerales como el potasio, el magnesio y el calcio.

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Sin embargo, es importante señalar que la biodisponibilidad del calcio en esta fruta es menor comparado con la de los lácteos. Además, contiene ácidos málico y cítrico, los cuales potencian la acción de la vitamina C y ayudan a la eliminación de toxinas en el cuerpo.

El damasco contiene flavonoides que contribuyen a la protección celular

En cuanto a sus propiedades antioxidantes, el damasco contiene flavonoides, como la quercetina, que contribuyen a la protección celular y a la prevención de enfermedades. Según el Ministerio de Agricultura, “posee flavonoides como la quercetina, con propiedades antioxidantes y antitrombóticas, lo que podría ayudar en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la inhibición del crecimiento de algunos tumors”.

La historia y curiosidades del damasco

Originario de las zonas templadas de Asia, fue introducido en Europa por los romanos desde Armenia. Su cultivo se remonta a más de 5.000 años en China. Hoy en día, se cultiva en países de todo el mundo, incluidos Turquía, Grecia, Francia, Estados Unidos, Sudáfrica y Nueva Zelanda. En España, la cuenca mediterránea es la principal región de cultivo, siendo uno de los países productores más importantes de esta fruta.

Además, las variedades de damasco se distinguen por su tamaño, forma y aroma, y suelen obtenerse mediante injertos. Las más conocidas incluyen las variedades Bulida, Canino, Nancy, Pavito y Mitger.

Una fruta completa para la salud

Con un 92 % de su peso comestible, el damasco se convierte en una opción saludable que combina fibra, potasio, vitamina C y carotenos. Gracias a sus diversos componentes, esta fruta no solo es deliciosa, sino también una fuente valiosa de nutrientes esenciales para el cuerpo.