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En asuntos del amor, es común que cuando se habla de esa persona ideal para compartir nuestras vidas pensemos en alguien que guarde cierta afinidad con nosotros; un compañero o compañera cuyos gustos y preferencias nos hagan sentir más unidos como pareja.

Pero cuando se trata de la intimidad sexual, ¿qué sucede cuando esa persona y tú no parecen tener la química perfecta? ¿Vale la pena seguir intentando? ¿O es momento de decir adiós?
Importante  la educación

La Dra. Carmen G. Valcárcel, experta en sexualidad humana, aclara que “la compatibilidad sexual se refiere comúnmente a la facultad de una pareja de tener armonía en su vida sexual”. Además, añade que “la mayoría de las personas piensa que la compatibilidad de una pareja” incluye sólo este acto íntimo, cuando la realidad es que “la vida sexual se compone de los aspectos físicos, emocionales y hasta espirituales de la vida en pareja”.

La doctora menciona que cuando una persona se queja de que no es compatible con alguien en este ámbito, “por lo regular no ha habido comunicación real en la pareja”. A su vez, es una conclusión a la que pueden llegar aquellas personas que han tenido una experiencia sexual variada y procuran comparar a “las parejas, y piensan que si de inicio tienen relaciones sexuales de menor satisfacción, entonces será así siempre”.

Para superar esta situación y, con ello, aumentar las posibilidades de lograr una afinidad, definitivamente, “la educación sexual es una de las mejores herramientas”, especifica la doctora. “Mientras más conocimiento adecuado tienes de lo que es el funcionamiento típico en una pareja, más fácil se te hará entender su conducta” -y la tuya propia- y  negociar.

De otra parte, la doctora menciona que “lo que sucede comúnmente es que se inicia una relación en la que ambos tienen dudas, preguntas” y actitudes que pueden mejorar para desarrollar su propia vida íntima y sexual. Sin embargo, en muchos casos, ya sea por desconocimiento y/o ideas preconcebidas sobre cómo debería funcionar la relación, “no se atreven a hablar y discutir el uno con el otro sobre la falta de satisfacción”. Lamentablemente, “esas expectativas irreales terminan en resentimiento, tristeza y baja autoestima, lo que va dañando la relación”.

Algo más que amor

Hay personas con una visión romántica que piensan que si hay amor en la pareja, de manera “automática” todo fluye en la vida íntima. Sin embargo, “esto es un gran mito”, aclara Valcárcel. La realidad es que “los problemas y dificultades pueden surgir, exista o no amor”. Ahora bien, en una situación de incompatibilidad, “lo que puede lograr el amor es la comprensión, la paciencia y la negociación con honestidad”. Y aunque “podría darse la situación ideal donde ambos sean totalmente compatibles y no tengan ninguna queja el uno del otro”, lo cierto es que este caso es el más raro de encontrar en una relación.

En cuanto a quienes piensan que ser experimentado contribuye a la afinidad sexual, la doctora aclara que esto “podría beneficiar si se toma como experiencia de aprendizaje y se entiende que siempre hay espacio para aprender”.

Por otro lado, Valcárcel señala que sí puede  ocurrir “que dos personas totalmente desconocidas tengan la relación sexual coital más extraordinaria del universo”. Incluso, podría pasar “que  tengas relaciones sexuales que describas como ‘fuera de este mundo’ con una persona con quien entiendes que no hay enamoramiento alguno”. Sin embargo, hay que recordar que la intimidad  sexual “es sólo uno de los componentes de una relación”, menciona la doctora. Si fuera  de ésta “no hay comunicación, consideración y disposición a negociar” las diferencias, entonces “no hay posibilidades de que tengan éxito como pareja”.

El mundo real

La doctora indica que los problemas surgen en todas las relaciones, tanto  compatibles como incompatibles. La clave estriba en la capacidad de comunicación y negociación. “Las personas que son muy sensibles a las críticas, las que son inflexibles o las que son tercas tendrán una relación llena de intrigas de telenovela -y no de las buenas-”, compara.

De otra parte, Valcárcel es enfática en recordar que “la resignación y callar no son la opción para ser feliz”. Lo idóneo es considerar la consulta con  profesionales capacitado y certificados en terapia sexual, ya que “pueden ayudarles a desarrollar las destrezas necesarias para ser compatibles”.

Para concluir,  nos recuerda que la afinidad en el plano sexual “puede aprenderse” y que, “como dice un refrán en inglés: ‘los buenos amantes no nacen, se hacen’. Lo importante es la disposición de cada parte en la pareja “para trabajar por un fin común: la satisfacción de ambos”.

Para citas con las Dra. Carmen G. Valcárcel: 787-764-5642 o www.centrodemejoramientopersonal.com

Para tener éxito

La Dra. Carmen G. Valcárcel menciona los siguientes consejos: 

 -Sé honesto, no rudo.  El objetivo es que ambos disfruten su relación, no que se ofendan.

- Todas las personas son diferentes.  Cuando estés con  una nueva pareja, no esperes  que al usar el “repertorio” de siempre los resultados sean similares.

-Ser infiel no es la solución.  Al contrario,  complica aún más la situación. La doctora señala que, en ocasiones, ha visto pacientes que con la supuesta intención de  “evitarle sufrimiento a su pareja, prefieren buscar satisfacción en una relación ‘puramente física’ con otra persona”. Al respecto, advierte que “realmente no existe la relación ‘puramente física’, pues los seres humanos no somos animales y siempre habrá sentimientos y emociones involucradas”.

-Busca ayuda de un profesional  entrenado en terapia sexual.  Entre las instituciones y organizaciones que pueden ayudarte a contactar un profesional cualificado se incluyen AsPECTS (Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual: www.aspectspr.org), Asociación de Sicólogos de Puerto Rico,  Universidad Carlos Albizu, y departamentos de psicología o psiquiatría de las escuelas de medicina.

- Cultiva el sentido del humor. Estudios han determinado que las parejas que afrontan sus diferencias y dificultades de esta manera  suelen sentir mayor satisfacción en sus vidas de pareja que las que se reclaman y se recriminan sus defectos.

-Recuerda que “nadie nació sabiendo”.  Aprende, estudia, investiga y pregunta. La educación te ayuda a determinar qué cosas hay que mejorar o modificar.