¿Hace daño guardar los huevos en la nevera?
Conoce de prácticas que comúnmente hacemos en la cocina y que pudieran enfermarnos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
En el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, que se celebra el siete de junio de cada año, según lo indicado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que tiene como principal objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la prevención, detección y gestión de riesgos a través de la inocuidad alimentaria.
A raíz de esto, varios expertos en salud alimentaria y manipulación de alimentos, han indicado que varías de las costumbres que se tienen en la cocina con el fin de ahorrar tiempo, pueden causar daños en los alimentos y generar posibles intoxicaciones.
Prácticas gastronómicas que debe evitar
Guardar los huevos en la nevera: expertos han asegurado que los huevos son un alimento muy sensible a los cambios de temperatura, por lo que en la nevera pueden presentar una variación térmica al abrirla y cerrarla con frecuencia, lo que podría ocasionar una proliferación microbiana que contamina la cáscara de los huevos y su interior con la bacteria la salmonella.
En diálogo con el diario español ‘La Vanguardia’, el profesional en salud alimentaría, Marío Sánchez, ha indicado que los huevos deben conservarse en el empaque original donde son empacados y tras agotarse, este debe arrojarse a la basura, ya que también son portadores de microorganismos contaminantes.
Lavar el pollo para guardarlo en la nevera o cocinarlo: esta es generalmente la primera labor que se realiza al comprar este alimento, pues se genera una necesidad de “desinfectar” para consumirlo o almacenarlo; sin embargo, Marío Sánchez asegura que con lavar este alimento “solo conseguirá repartir las bacterias que este contiene por todo el lavaplatos, aumentando las posibilidades de contaminar otros alimentos y utensilios”.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria asegura que el pollo generalmente contiene la bacteria campylobacter, que según la Organización Mundial de la Salud es “es una de las cuatro principales causas mundiales de enfermedad diarreica y está considerada como la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo”.
Expertos indican que “lavar el pollo es innecesario, solo basta con cocinarlo a una temperatura superior a los 65 °C, para eliminar esta bacteria”.
Usar utensilios de madera: este tipo de elementos son unos de los más comunes en las cocinas, pues se cree que no rayan los sartenes y es difícil quemarse con ellos, además existen quienes aseguran que “las cucharas de madera, le dan un sabor más rico a los alimentos”; sin embargo, Marío Sánchez indica que: “los utensilios de madera son porosos y absorbe los jugos de los alimentos, ocasionando que se queden atrapados en el utensilio y facilitan la aparición de microorganismos”, además, al lavarlos la humedad permanece durante mucho tiempo provocando la aparición de bacterias y debido a sus características físicas tiene un proceso muy largo y complicado de desinfección.