¿Estará bien en la escuelita?
Conoce las preocupaciones más frecuentes que enfrentan los papás cuando su niño se incorpora por primera vez al nivel preescolar.
![Cuanto más calmados y confiados se muestren los padres, más seguros se sentirán los pequeños en su primer día de clases. <font color="yellow">( ana.abruna@gfrmedia.com)</font>](https://www.primerahora.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22primera-hora%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-gfrmedia.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2F42CZ6XF76JGYPACEX4DBWR4QRY.jpg%22%2C%22width%22%3A2560%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%7D)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Lágrimas, miedos, angustias y nervios... Así pueden enumerarse las manifestaciones del estado anímico de muchos niños en edad preescolar que acuden a la escuela por primera vez.
Aunque nunca faltan los que están entusiasmados por empezar su vida escolar, la realidad es que para buena parte de estos nuevos alumnitos la transición del hogar a la escuela les resulta estresante. Y no es para menos.
Después de todo, al pequeño(a) se le abre un mundo totalmente diferente en el cual deja de ser el rey o la reina (de la casa) y pasa a ser uno más (en el jardín de niños). De ahí que las cosas se compliquen –y los llantenes aparezcan– a la hora de despegarse de sus padres y quedarse en el salón.
Sin embargo, esta cuota de emociones que conlleva ir al prekínder no debe ser empeorada por los padres, que en ocasiones le dan mucho énfasis al cambio y terminan acrecentando la ansiedad del niño o la niña.
La psicóloga clínica Yanci Torres explica, en ese sentido, que los papás pueden tener emociones encontradas en cuanto a la entrada de su hijo(a) a la escuela. Se trata, según la especialista, de una sensación de ambivalencia: por un lado, quieren que su niño(a) vaya al preescolar, pero –por el otro– sienten inseguridad porque no conocen a las maestras, la escuela, a los compañeritos de aula, etc.
“Los miedos de papá y/o mamá son basados mayormente en el hecho de que es una situación nueva, que es desconocida. Esto incluye una carga de emociones que en ocasiones puede ser ambivalente: ‘estoy feliz porque va a ir a la escuela, pero triste porque ya no estará a mi lado’. Hay papás que, incluso, experimentan insomnio, dolores de cabeza, ansiedad y tristeza”, detalla la Dra. Torres.
La experta en conducta advierte que estas preocupaciones deben controlarse lo más posible porque, de lo contrario, es muy probable que los chiquitines las perciban, afectando también su ingreso al nuevo entorno preescolar.
La clave está en que los adultos se muestren calmados y confiados acerca de la decisión de enviarlos a la escuelita, de manera que ellos se sientan más seguros y tranquilos.
“Cuando los papás no saben manejar la situación, ese temor en ellos se lo van a transferir al menor. Y cuando lo transmiten pueden crear trastornos en estos niños, como puede ser la ansiedad por separación, que hasta puede requerir terapias para poder superarlo”, puntualiza la psicóloga.
En este artículo, la Dra. Torres relata cuáles son los temores más comunes que enfrentan los padres en esta etapa de cambios y ofrece estrategias para superarlos con éxito.
Miedos comunes de los padres
1. Ajuste al nuevo entorno A los padres les preocupa cómo será la entrada de su niño(a) a ese “territorio desconocido” que es la escuelita y si podrá integrarse paulatinamente a ese nuevo ambiente. “Inquietudes como ‘¿comerá su almuerzo?’, ‘¿irá al baño sin problemas?’ y ‘¿la maestra estará pendiente?’ son comunes”, indica la psicóloga Torres.
2. Abusos y maltratos Bien sea de parte de sus pares (el famoso
bullying) o de sus maestros, los pequeños pueden ser blanco fácil de acoso en el salón de clases. “A los papás les angustia esta posibilidad porque ante un patrón de maltrato, su hijo no va a querer regresar a la escuela y empezarán las famosas rabietas para faltar a clases”, observa la especialista.
3. Dejarlo ir El hecho de que el niño ya no es un bebé y que ahora debe compartirlo con otras personas, como los maestros y los compañeros de salón, es un factor de estrés para algunos padres. “De momento se enfrentan al crecimiento de su pequeño y se percatan de que ahora pasó a otra etapa en la que no depende tanto de ellos”, destaca la experta.
4. Delegar su cuidado Cualquier padre o madre sabe que nadie puede velar por su chiquito como lo hace él o ella, lo que dificulta que confíen su cuidado al personal de la escuelita. “Aquí, en Puerto Rico, tenemos una cultura bien protectora, así que delegar la responsabilidad del menor a otras personas que apenas conocen crea temor”, apunta.
5. La culpa del abandono No faltan los padres que se sienten culpables o preocupados por dejar a su niño(a) en la escuela para irse a trabajar o cumplir con las obligaciones del diario vivir. “En esos casos, el adulto siente angustia porque entiende que no está trabajando debidamente con la nueva situación que el menor está enfrentando”, subraya la psicóloga.
Alíviale sus temores
A continuación presentamos algunas reglas básicas para los niños que se estrenan en la escuelita.
Explícale cómo será Dedica un tiempo para hablar con tu hijo sobre el preescolar: qué hará en clases, para qué sirve estudiar, etc.
Visita la escuela antes del inicio de clases Llévalo al plantel antes del inicio de clases para irlo familiarizando con el lugar y procurar que se sienta bien.
Inclúyelo en los preparativos Hazlo partícipe de la compra de los útiles escolares, de forrar sus libretas y de preparar el uniforme.
Demuestra tranquilidad Mientras más calmado te muestres, más seguridad le transmitirás a tu hijo... y la necesita.
Establece una rutina Marca unos horarios fijos unas semanas antes que le ayuden a amoldarse mejor a empezar la escuelita.
Prepárate para el adiós Despídete del niño de un modo cariñoso; nunca te marches a escondidas porque puede sentirse abandonado.
Sé tolerante Durante sus primeros días tendrás que permitirle alguna que otra rabieta en lo que atraviesa el periodo de adaptación.
Fuentes: Dra. Yanci Torres, psicóloga clínica; y www.kidshealth.org
¿Sabías que...?
Los niños en edad preescolar que se incorporan por primera vez a la escuela presentan altos niveles de cortisol en sangre, un marcador de estrés anímico, entre tres y seis meses antes del comienzo de la escuela y al inicio de las clases. Seis meses más tarde, en cambio, estos niveles descienden como consecuencia de la adaptación a la vida escolar.
Fuente: Estudio realizado en el Reino Unido por el Economic and Social Research Council