Científicos daneses han descubierto lo que podría ser un indispensable aliado en la lucha contra el cáncer, y lo hallaron nada más y nada menos que en la malaria.

De acuerdo con el portal británico The Independent,  el hallazgo se dio mientras investigadores buscaban maneras de proteger a las mujeres embarazadas de la malaria, enfermedad que ataca directamente la placenta. Sin embargo, estos descubrieron que las proteínas de la malaria también servían para atacar el cáncer.

Los científicos extrajeron un poco de la proteína que utiliza la vacuna contra la malaria y lo combinaron con una toxina que se puede enterrar en las células cancerosas. Al liberar la toxina, esta mata las células.

Los experimentos reflejaron que en ambos casos la proteína se apega al mismo carbohidrato, y es esta similitud lo que les permitiría aprovecharla como una posible cura al cáncer.

“Durante décadas, científicos han estado buscando similitudes entre el crecimiento de la placenta y el de un tumor. La placenta es un órgano que en pocos meses crece de unas pocas células a un órgano de unas dos libras de peso, proveyéndole oxígeno y nutrientes al feto en un ambiente relativamente extraño. En cierta forma, los tumores hacen lo mismo, crecen agresivamente en un ambiente relativamente extraño”, explicó al diario Ali Salanti, de la Universidad de Copenhague.

El procedimiento ya ha sido puesto a prueba en células de ratones, a los que se les implantó tres tipos distintos de cáncer. El experimento logró reducir el linfoma non-Hodgkins a una cuarta parte de su tamaño, acabó con el cáncer de próstata en su totalidad en dos de seis ratones y mantuvo con vida a cinco de seis roedores que sufrían de metástasis de cáncer de hueso. 

 Los científicos esperan poder comenzar a hacer pruebas en humanos dentro de los próximos cuatro años.