Entre el café, los refrescos, el pedacito de bizcocho que comemos de postre y esos chicles que masticamos entre comidas, podemos llegar a consumir muchísimas cucharadas de azúcar en un día apenas sin darnos cuenta.  Y es que, de acuerdo con expertos, son muchas las personas que no tienen en cuenta que el azúcar viene “oculta” en muchos de los alimentos que suelen preferir.

Esta realidad, bastante riesgosa para la salud, quedó evidenciada recientemente en unas encuestas citadas por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), que revelaron que el estadounidense promedio consume unas 22.2 cucharaditas de azúcar añadida cada día. 

De acuerdo con las nuevas guías del importante organismo -publicadas por primera vez en el 2009-, el número está muy por encima de las cantidades deseadas: 5 cucharaditas (20 gramos) diarias de azúcar para la mujer adulta, 9 (36 gramos) para el hombre y 3 (12 gramos) para los niños.

Sobrepasar estos límites saludables, como es uso y costumbre en la población estadounidense -y la nuestra-, significa entrar en una zona de peligro para nuestro bienestar.

Dulce peligro

La Dra. Araceli Rodríguez Soto, médico generalista con 10 años de experiencia, precisa que una alta concentración de azúcar (o glucosa) en sangre no es nada saludable.

Las personas que se exceden en el consumo recomendado de azúcar, por ejemplo, suelen enfrentar numerosos inconvenientes, como lo son las enfermedades cardiacas, los derrames cerebrales e, incluso, el cáncer de colon.

“El problema de cuando tenemos un exceso de azúcar en la sangre, o sea, de cuando consumimos más de lo que debemos, es que ésta se convierte en grasa.  Por esa alta ingesta es que hay tantas personas obesas y con diabetes tipo 2.  Y lo peor es que ahora en Puerto Rico estamos viendo a niños que padecen de obesidad infantil, lo que también puede llevar a una diabetes”, revela la Dra. Rodríguez Soto.

“Los niños tienen una nutrición totalmente inadecuada, porque es similar a los adultos.  Antes no se veía obesidad mórbida en los niños y ahora sí, y es producto de la dieta que llevan”, asegura la experta.

Según la doctora, la mala alimentación de los puertorriqueños es rica en panes, dulces y refrescos, comidas ricas en azúcares añadidas y, por ende, “calorías vacías”.

La Asociación Americana del Corazón divulgó en la revista Circulation que, de hecho, se piensa que esas azúcares añadidas que tanto gustan, así como otros alimentos procesados, son responsables del incremento en el consumo de calorías -y  del aumento subsecuente en la cifra de obesidad- en las pasadas décadas.

Riesgos a la memoria

Otro peligro del exceso de glucosa en sangre es, incluso, la pérdida de la memoria a corto plazo en los envejecientes.

Esta consecuencia fue explicada por un grupo de investigadores del Columbia University Medical Center, quienes descubrieron que un bajo flujo de sangre al cerebro (específicamente al hipocampo) está relacionado con los altos niveles de glucosa.  Este débil flujo sanguíneo, a su vez, es el que ocasiona los problemas de memoria.

“El exceso de glucosa en las personas que han llevado una mala nutrición durante la mayor parte de su vida hace que sean más propensas a desarrollar pérdida de memoria a corto plazo y altercaciones cognitivas, si se comparan con aquellas que han llevado una dieta adecuada”, puntualiza la Dra. Rodríguez Soto.

Como recomendaciones básicas, la doctora aconseja a las personas llevar una alimentación saludable y balanceada, así como ejercitarse una media hora de 3 a 4 días en la semana.

Evita el exceso de azúcar

1. No la agregues en demasía a tu alimentación.

2. Pon cada vez menos en las bebidas, cereales, café y frutas.

3. Trata de eliminarla por completo te acostumbrarás bastante rápido.

4. Evita el alcohol y ciertos alimentos muy azucarados.

5. Si tienes antojo dulce, intenta mejor agregar miel o melaza.

Fuente:  www.alimentacion-sana.com