Duerme bien y piensa mejor
Los malos hábitos de sueño pueden tener efectos negativos en el autocontrol, algo que representa riesgos para la vida profesional y personal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Dormir mal influye en el carácter y en las decisiones y reacciones cotidianas más de lo que podría pensarse. Una mala noche de sueño tiene consecuencias más graves que “amanecer de mal humor”.
Un estudio de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, encontró que los malos hábitos de sueño pueden tener efectos negativos en el autocontrol, algo que representa riesgos para la vida profesional y personal.
Los psicólogos que realizaron la investigación, reseñada en el portal noticioso de la Universidad, concluyeron que una persona privada de su sueño tiene un potencial mayor de rendirse a los deseos impulsivos y a la toma de decisiones cuestionables.
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“El autocontrol es parte de la toma diaria de decisiones.Cuando se presentan deseos conflictivos y oportunidades, el autodominio es lo que permite mantener el control”, indicó June Pilcher, una profesora de psicología de Clemson que fue parte del equipo de investigación. “Nuestro estudio indagó en cómo se entrelazan los hábitos de sueño y el autocontrol y cómo pueden trabajar juntos para influir en el funcionamiento diario de una persona”.
Investigaciones anteriores han demostrado que los trabajadores de estos tiempos de economía global con turnos las 24 horas del día a menudo duermen en horarios irregulares, lo que resulta en pérdida de sueño o poca calidad del tiempo de descanso. Los malos hábitos de sueño, que incluyen a veces horas inconsistentes de sueño o pocas, también puede conducir a problemas de salud, incluido el aumento de peso, la hipertensión y otras condiciones. Los estudios también han encontrado que la privación del sueño aumenta la hostilidad en las personas, lo que puede crear problemas en el lugar de trabajo y en el hogar”, dijo Pilcher, según citada en el portal.
Mejorar la calidad del sueño puede contribuir a tener un nivel más estable de energía y esa reserva de energía permite tomar decisiones más difíciles.
“Muchos aspectos de nuestra vida cotidiana pueden ser afectados por el sueñó”, insistió. "Mejorar la salud y el desempeño de los trabajadores son dos de los beneficios potenciales, pero problemas sociales como las adicciones, el juego excesivo y el consumismo excesivo también podrían controlarse más cuando las deficiencias de sueño no interfieren con la toma de decisiones”.