Washington. Las personas que tienen una dieta principalmente vegetal y con bajo contenido de grasas ingieren menos calorías cada día, pero muestran niveles más altos de insulina y azúcar en la sangre comparadas con quienes consumen una dieta baja en carbohidratos y con carnes, según un estudio que publica hoy Nature Medicine.

El estudio encabezado por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, en inglés) comparó los efectos que tienen ambas dietas sobre la ingestión de calorías, niveles hormonales y el peso, entre otros factores.

Kevin Hall, de NIDDK y autor principal del estudio, señaló que por mucho tiempo se ha creído que “las comidas con alto contenido de grasas resultan en una ingestión excesiva de calorías porque contienen mucha caloría por bocado”.

“Por otro lado, las comidas con alto contenido de carbohidratos pueden causar vaivenes marcados en la glucosa de la sangre y la insulina, lo cual a su vez puede aumentar el hambre llevando a comer excesivamente”, agregó.

“Nuestro estudio se diseñó para determinar si la dieta con altos contenidos de carbohidratos o si la dieta con alto contenido de grasas resultan en una ingestión mayor de calorías”, agregó el experto.

Para tal determinación los investigadores alojaron a 20 adultos sin diabetes durante cuatro semanas seguidas en la Unidad de Investigación Clínica Metabólica del Instituto Nacional de la Salud (NIH), en Bethesda (Maryland).

Los participantes, once hombres y nueve mujeres, recibieron durante dos semanas una dieta básicamente vegetal y bajo contenido de grasas o una dieta con carnes y bajo contenido de carbohidratos. Inmediatamente después, a los dos grupos se le dio la dieta alternativa durante otras dos semanas.

Para aclarar el asunto, los autores destacaron que la dieta con bajo contenido de grasas (10,3 %) tenía un alto contenido de carbohidratos (75,2 %), y la dieta con bajo contenido de carbohidratos (10 %) tenía un alto contenido de grasas (75,8 %).

Ambas dietas fueron administradas tres veces al día, además de refrigerios, y los participantes pudieron comer tanto como quisieran.

Los resultados principales muestran que las personas en la dieta con bajo contenido de grasas ingirieron de 550 a 700 calorías menos por día que cuando consumían la dieta con bajo contenido de carbohidratos.

“A pesar de las grandes diferencias en la ingestión de calorías, los participantes no dieron cuenta de diferencias en sus apetitos, el disfrute de las comidas o la satisfacción entre las dos dietas”, señalaron los investigadores.

“Los participantes -agregaron- perdieron peso con ambas dietas, pero solo la dieta con bajo contenido de grasa llevaron a una disminución significativa de la grasa en el cuerpo”.

Hall apuntó que “a pesar de consumir comidas con abundancia de carbohidratos altamente glicémicos que resultaron en pronunciadas variaciones de la glucosa sanguínea y la insulina, las personas en la dieta vegetal y con bajo contenido de grasa mostraron una reducción significativa en la ingestión de calorías y la pérdida de grasa corporal”.

Esto contraría la idea de que “las dietas con alto contenido de carbohidratos, por sí mismas, hacen que la gente coma más”, mientras que la dieta con carnes y bajo contenido de carbohidratos “no resultó en un aumento del peso a pesar de su alto contenido de grasas”, agregó.

Estas conclusiones del estudio indican que los factores que llevan a comer excesivamente y al aumento de peso son más complejos que la mera cantidad de carbohidratos o de grasas que aporta la dieta.