El cuidado de las heridas en pacientes con diabetes es uno de los asuntos de mayor preocupación por los diversos riesgos que supone. El manejo inapropiado puede provocar que lograr una recuperación demore más de lo usual, o llevar a infecciones con serias consecuencias.

La doctora Leticia Vallejo Carmona, especialista en el cuidado de piel y heridas, resaltó que esta realidad es muy común. “Estas personas están particularmente expuestas a complicaciones derivadas de problemas de cicatrización”, expuso la también presidenta de Puerto Rico Wound Healing Society. “La diabetes afecta varios sistemas del cuerpo, entre ellos, el sistema circulatorio y el nervioso. Estos daños son determinantes en la capacidad del organismo para curar heridas de manera eficiente”.

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Vallejo Carmona reveló ejemplos de lesiones que, por su naturaleza, pudieran provocar en el paciente la idea errónea de pasarlas por alto o dedicarle la atención necesaria. “Es común que los pacientes diabéticos minimicen heridas aparentemente menores, como una cortadura superficial o una ampolla. No obstante, incluso una lesión leve puede convertirse en un problema serio si no se trata a tiempo”, advirtió la Catedrática Asociada en Ciencias de la Salud de la Universidad Ana. G. Méndez. “Las ampollas, cortaduras y raspaduras deben observarse de cerca, ya que la capacidad reducida del cuerpo para sanar puede permitir que estas heridas se infecten y se deterioren rápidamente”, alertó. “Un corte que en una persona sin diabetes podría sanar en pocos días, en un paciente diabético puede progresar a una úlcera o, peor aún, a una infección que ponga en peligro la extremidad”, prosiguió.

A continuación, la doctora Leticia Vallejo Carmona aclara en detalle varias dudas comunes.

El cuidado, ¿varía según el tipo de diabetes?

Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1, donde el cuerpo no produce insulina, y la diabetes tipo 2, en la que el cuerpo no utiliza adecuadamente la insulina.

Aunque ambas formas de la enfermedad requieren cuidados especiales para las heridas, el riesgo tiende a ser más alto en los pacientes con diabetes tipo 2. Esto se debe a que la diabetes tipo 2 está frecuentemente acompañada de otros factores de riesgo, como la obesidad y la hipertensión, que complican aún más la circulación sanguínea y el proceso de cicatrización.

Sin embargo, ambos tipos de diabetes requieren un enfoque similar cuando se trata de prevenir y tratar heridas, ya que el riesgo de complicaciones graves está presente en ambos casos.

¿Cuánto puede demorar en sanar?

La cicatrización de las heridas en pacientes diabéticos puede tomar significativamente más tiempo que en una persona sin diabetes. Dependiendo de factores como el tipo de herida, la localización, y el control del nivel de glucosa en sangre, una herida puede tardar semanas o incluso meses en sanar por completo.

El tiempo de cicatrización también depende del tratamiento que reciba el paciente, siendo crucial el uso de técnicas avanzadas de cuidado de heridas, como apósitos (material curativo) inteligentes, que monitorean el proceso de cicatrización en tiempo real, y terapias avanzadas activas y bioactivas, como las nuevas terapias de presión negativa y apósitos bioactivos que ayudan a regenerar el tejido dañado.

¿Cuándo es necesario ir a un médico?

Es fundamental que los pacientes diabéticos sepan cuándo deben buscar atención médica para una herida. Las señales de alerta pueden ser las siguientes:

Si la herida no mejora después de dos o tres días de cuidados caseros.

Si hay signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, calor local o supuración de pus, o si la herida emite mal olor.

Si el paciente experimenta fiebre o escalofríos.

El paciente debe acudir de inmediato a un profesional de salud ya que estas señales podrían indicar una infección que requiere tratamiento médico inmediato para evitar complicaciones graves.

Consecuencias si no se atiende a tiempo

Enfrentar complicaciones graves debido a una herida mal tratada puede ser profundamente traumático para un paciente diabético. Evitar estas complicaciones depende en gran medida de un monitoreo constante y un tratamiento apropiado desde las primeras señales de alerta.

Uno de los principales problemas es la neuropatía diabética, que puede reducir la capacidad de percibir lesiones y, como resultado, pequeñas heridas pueden pasar desapercibidas y convertirse en infecciones serias.

Además, el flujo sanguíneo reducido afecta la llegada de oxígeno y nutrientes a las áreas lesionadas, lo que alarga el tiempo de cicatrización. Por estos motivos, el cuidado avanzado y riguroso de cualquier herida en un paciente diabético es crucial para evitar complicaciones mayores.

Si las heridas en pacientes diabéticos no se tratan de manera adecuada y oportuna, las consecuencias pueden ser severas. Una de las complicaciones más comunes es la aparición de infecciones graves, como la celulitis y la osteomielitis, una infección que afecta los huesos.

Además, debido a la falta de una cicatrización adecuada, las heridas pueden evolucionar a úlceras crónicas que, en los peores casos, pueden requerir amputaciones.

¿Cuán traumático puede ser encarar las consecuencias?

Las estadísticas muestran que el 85% de las amputaciones en pacientes diabéticos están relacionadas con heridas mal tratadas. El impacto de vivir con una amputación o el temor constante a desarrollar infecciones recurrentes puede desencadenar problemas psicológicos como ansiedad o depresión.

Las amputaciones, en particular, alteran significativamente la calidad de vida y pueden llevar a una pérdida de independencia.

Además de la atención médica física, es importante que los pacientes reciban apoyo psicológico para manejar el estrés y el trauma emocional.

Recomendaciones al tratar heridas

El tratamiento de las heridas en pacientes diabéticos debe ser integral y especializado. En primer lugar, el control estricto de los niveles de azúcar en sangre es esencial para mejorar la cicatrización.

Se recomienda la limpieza diaria de la herida y el uso de apósitos avanzados, como vendajes que mantengan un ambiente húmedo óptimo para la cicatrización.

El uso de tecnología como vendajes inteligentes que monitorean el estado de la herida en tiempo real, y la oxigenoterapia hiperbárica, que aumenta la cantidad de oxígeno en los tejidos, también son opciones que pueden acelerar la recuperación y prevenir complicaciones.

Un evento sobre nuevos avances

El “Congreso Internacional de Piel y Heridas 2024″ de la Puerto Rico Wound Healing Society se llevará a cabo del 26 al 28 de septiembre en Embassy Suites by Hilton San Juan Hotel & Casino.

El evento reunirá a expertos de todo el mundo para discutir los avances más recientes en tratamientos y tecnologías innovadoras, como la medicina regenerativa, los apósitos inteligentes y las terapias con células madre. También, se abordará el impacto del cuidado preventivo en pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes, subrayando la importancia de la educación y la investigación continua en este campo para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Para información, accede a www.prwhs.com o llama al 787-751-1110 o 787-751-1655.