Cuidado con los medicamentos cuando guíes
Hay medicinas que pueden afectar tu habilidad para conducir el carro del mismo modo que lo hace el alcohol.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Se ha repetido hasta el cansancio que no se debe conducir bajo la influencia del alcohol, pero pocas veces se ha recalcado que hay algunos medicamentos que, por sus efectos secundarios o las reacciones que causan en el cuerpo, son igualmente peligrosos para quienes llevan el control de los vehículos.
Por esta razón, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), emitió hace poco una alerta que advierte sobre este riesgo, insistiendo en que muchos de ellos se venden sin receta médica, lo que aumenta el cuidado que deberían tener los consumidores.
Aunque muchos de estos fármacos tienen restricciones para su venta y consumo, como ansiolíticos entre los que están las benzodiacepinas (diazepam, lorazepam, clonazepam), antipsicóticos y antiepilépticos, muchas veces no se advierte que su uso incluye la restricción de conducir.
Igualmente, existen medicamentos simples contra el catarro que contienen antihistamínicos que causan somnolencia y ponen en riesgo a los conductores y pasajeros.
En la lista publicada por la FDA aparecen, entre otros, analgésicos, relajantes musculares, medicinas que tratan la diarrea o previenen los síntomas del mareo.
“Algunas medicinas pueden afectar su capacidad para manejar por un corto tiempo después de tomarlas. Con otras, los efectos pueden durar varias horas e incluso hasta el día siguiente”, advirtió en ese sentido la agencia estadounidense.
Y por eso, la primera medida de seguridad, según la FDA, es saber cómo sus medicamentos o cualquier combinación de ellos, afectan su capacidad para conducir. Sueño, vista borrosa, mareo, movimientos más lentos, desmayos, incapacidad para concentrarse o prestar atención, náuseas o irritabilidad son algunas de las señales a las que usted debería estar atento antes de emprender un viaje por carretera.
Consejos de la FDA
-Seguir siempre las instrucciones de uso y leer los avisos de advertencia de los empaques.
-No dejar de tomar tu medicamento, a menos que quien te lo recetó así se lo indique.
-Informar al médico de todos los productos que estés tomando, incluyendo los de venta libre y aquellos a base de hierbas. Informa cualquier reacción que experimentes.
-Lleva tu propio control, ve cómo reacciona tu cuerpo a la medicina y haz un registro de cómo te sientes y de cuándo se presentaron los efectos.
- Planea con anticipación y usa formas de transporte alternativas si tu medicamento afecta tu capacidad para conducir.