Cuando a la demencia se le adelanta el reloj
Aunque en Puerto Rico no es tan común ver casos tempranos de esta condición sí han aumentado en pacientes mayores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La demencia es la pérdida o debilitamiento de las facultades mentales debido a la edad o a una enfermedad y, si bien es cierto que a mayor edad, mayor la probabilidad de padecer de la condición, es importante que se tenga presente que las primeras señales de la demencia pueden llegar a manifestarse tan temprano como a los 40 y 50 años. “La demencia tiene que ver con la interrupción en la comunicación de las neuronas por depósito de distintas sustancias. Estos cambios empiezan a verse muchos antes de que se note un deterioro en la persona. El cerebro empieza a cambiar lentamente a tener esa interferencia, hasta que eventualmente se interrumpe significativamente esa comunicación y tenemos síntomas que son notables para las personas”, explicó el doctor Víctor Torano, siquiatra y asesor del área de tratamiento de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA).
Aunque en Puerto Rico no existen estadísticas de los casos de personas que padecen de esta condición, en la data recopilada en los Estados Unidos, se refleja que la edad es un factor de riesgo para la demencia, aunque Torano aclaró que los problemas de la memoria no están ligados al envejecimiento, como a veces se piensa. “A mayor edad, mayor probabilidad de que uno tenga demencia. Entre los 65 a 74 años hay un 3% de probabilidad (de desarrollar demencia), de 75 a 84 años hay un 17% y de 85 años en adelante un 32%. Es importante señalar que aunque la demencia es más común a medida que la edad avanza, los problemas de la memoria no son parte normal de la vejez. Algunas personas piensan que perder la memoria es normal en la vejez, pero no lo es”, expuso el siquiatra, quien aseguró que las primeras señales de demencia pudieran aparecer más temprano de lo que se considera “normal”. “Hay algunas personas que tienen alguna predisposición genética y pudieran verse cambios tan temprano como a los 40 o 50 (años). Pero, normalmente la demencia es un problema de la vejez, por eso es que los números son tan altos después de los 65 años”, especificó. Por su parte, la geriatra y médico de familia, Luz M. Acevedo Vargas, entiende que las primeras señales de la demencia pudieran reflejarse más a los 50 años, aunque asegura que no es tan común ver casos de este tipo de demencia temprana en Puerto Rico. “No es tan común la demencia en etapas tempranas. Pero, sí estamos viendo más casos de demencia de lo que veíamos antes. La demencia aparece en pacientes de 60 y 70 años, pero puede verse también después de los 50 años y eso se demasiado temprano”, explicó Acevedo.
Esas señales que nos pueden indicar que nuestras capacidades mentales están atravesando un proceso degenerativo, se tratan de cambios cognitivos y cambios psicológicos.
Entre los cambios cognitivos están la pérdida de la memoria, dificultad para comunicarse o encontrar palabras, problemas visuales y espaciales, como perderse mientras se conduce. Además de dificultad para razonar, para resolver problemas, para manejar tareas complejas, para planificar y organizar y para coordinar las funciones motoras. También se puede presentar confusión y desorientación. En cuanto a los cambios sicológicos, pueden reflejarse cambios en la personalidad, depresión, ansiedad, comportamiento inapropiado, paranoia, agitación y alucinaciones “La demencia tiende a afectar distintos aspectos de la persona, específicamente en la capacidad de procesar los pensamientos. En la etapa temprana, tal vez la persona pueda empezar a olvidarse de algunas cosas, pero eventualmente las recuerda. Pudiera tener dificultad de orientación, saber dónde está y cómo llegar a su casa. La persona también pudiera tener problemas manejando su día a día, el cocinar y pagar las cuentas. Pueden empezar a tener dificultad al hacer cosas que normalmente llevaba a cabo sin problemas”, detalló Acevedo.
La geriatra asegura que estas señales pueden ser perceptibles para el propio paciente, por lo que estos pueden identificar que algo les está sucediendo, aunque en ocasiones no quieran reconocerlo. “Síntomas tempranos pueden ser los pacientes que comienzan a decir ‘ay se me olvidó tal cosa’ y no le da mucha importancia, pero el paciente ya sabe y tiene la premonición de que algo no anda bien”, sostuvo
Acevedo. No obstante, ambos expertos coinciden en que, aún dándose señales de la demencia en etapas tempranas, el proceso degenerativo es “paulatino” y puede ser causado por distintas condiciones. Sin embargo, sí establecen que hay casos particulares donde se da un desmejoramiento más acelerado. “El progreso de esta enfermedad es bastante lento, no es un cambio abrupto, es un cambio paulatino y, muchas veces, uno mismo cuando empieza a darse cuenta, lo compensa. Empiezas a hacer listitas, depende de otras personas que ayuden a que uno recuerde cosas”, indicó Torano.
“La demencia es algo que no ocurre de forma súbita, es poco a poco. El proceso es paulatino. Cuando es bien súbito o es que el paciente está desarrollando un alzheimer bastante agresivo o pueden haber otras condiciones que no son demencia como tal”, señaló Acevedo, quien a su vez destacó que es importante que esos pacientes con aparentes señales de demencia visiten a sus médicos para poder hallar la causa y determinar si realmente se trata de demencia o se de otras condiciones.
Entonces, ¿es posible retrasar la aparición de la demencia o evitar su progreso, en caso de haberse iniciado las primeras señales? “Depende del tipo de demencia con el que estemos bregando. Si es una demencia metabólica, que son los pacientes hipertensos, diabéticos y eso, para evitar llegar ahí (demencia) lo más importante es mantener controladas sus condiciones crónicas. Si el paciente es hipertenso debe mantener sus presiones 120/80 o menos, si es diabético tener una glucosa de menos de siete, hacer ejercicios diariamente, llevar una dieta balanceada”, sostuvo Acevedo, confirmó que a los pacientes que son diagnosticados con demencia, se le suministran medicamentos para tratar que la condición se estabilice donde esté y evitar que siga progresando.