En un reciente descubrimiento médico, se reportó el primer caso en Estados Unidos de una enfermedad sexual causada por un hongo conocido como Trichophyton mentagrophytes tipo VII (TMVII).

Este hongo, que ha sido identificado con mayor frecuencia en Europa, en particular entre hombres que mantienen relaciones íntimas con otros hombres, representa un nuevo desafío para la salud pública.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indicó que este tipo de hongo es responsable de varias infecciones de la piel, incluyendo casos graves de dermatofitosis que generan preocupación en la comunidad médica.

Síntomas y preocupaciones

Los síntomas de la infección por TMVII incluyen una picazón intensa en las áreas afectadas, que puede ser persistente y causar un malestar significativo. Además, la infección puede provocar problemas en el cabello y las uñas, afectando la textura y apariencia del cabello y alterando el aspecto de las uñas.

También se han reportado casos en los que el TMVII se manifiesta con síntomas similares al pie de atleta, como enrojecimiento, descamación y picazón entre los dedos de los pies. En algunos casos, la piel muestra patrones circulares e inflamados que varían en tamaño y apariencia.

El caso de Nueva York

El primer paciente diagnosticado con este hongo en Estados Unidos es un hombre de aproximadamente 30 años residente en Nueva York, quien reportó haber tenido relaciones íntimas con varios hombres durante viajes a Inglaterra, Grecia y California.

A su regreso, desarrolló una erupción roja con picazón en las piernas, la ingle y las nalgas. Las pruebas confirmaron la presencia de TMVII, marcando la primera vez que se identifica este hongo en el país. El año pasado, médicos en Francia reportaron 13 casos similares, la mayoría de los cuales involucraban a hombres que tienen sexo con hombres.

Tratamiento

El tratamiento de esta infección puede ser prolongado y complejo. El paciente en Nueva York fue tratado inicialmente con fluconazol durante cuatro semanas sin mejoría significativa, seguido por seis semanas de terbinafina y aproximadamente ocho semanas adicionales de itraconazol, todos antifúngicos orales.

Después de cuatro meses y medio, finalmente logró sanar completamente. Este caso resalta la importancia de estar atento a los síntomas y de buscar atención médica temprana para un diagnóstico y tratamiento efectivo.