Consejos para disminuir el “brainrot” o problemas cognitivos por el uso frecuente de dispositivos electrónicos
El término hace referencia a dificultades de concentración y problemas para realizar tareas simples.
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En 2024, el equipo de prensa de la Universidad de Oxford seleccionó “brainrot” como el término del año y destacó los posibles efectos negativos del uso excesivo de dispositivos electrónicos en las capacidades cognitivas de los jóvenes.
Aunque no está reconocido como un diagnóstico médico ni una enfermedad mental, este término pone de manifiesto una preocupación creciente: las fallas cognitivas asociadas a la sobreexposición a la vida digital.
¿Qué significa el término “brainrot”?
Traducido como “pudrición cerebral”, “brainrot” es una palabra popularizada en redes sociales para describir lapsos de memoria, dificultades de concentración y problemas para realizar tareas simples tras largos periodos frente a dispositivos electrónicos.
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Si bien es una expresión coloquial, muchos jóvenes identifican esta sensación de fatiga mental como un reflejo del impacto de la saturación de información y la multitarea constante.
A pesar de no ser considerado un trastorno clínico, investigaciones científicas confirman que el uso excesivo de dispositivos puede alterar funciones cognitivas. Estudios demuestran que el tiempo prolongado frente a pantallas afecta la capacidad de concentración, incrementa los niveles de estrés y altera los patrones de sueño, factores que influyen negativamente en el rendimiento cerebral.
La relación entre el diseño digital y el “brainrot”
Según el neuropsiquiatra Edilberto Peña, director del Centro de Investigación del Sistema Nervioso CISNE México, en un artículo escrito por él en “SuMédico”, el diseño de las tecnologías digitales juega un papel crucial en la aparición de este fenómeno.
Plataformas de redes sociales y aplicaciones móviles están diseñadas para capturar y mantener la atención mediante notificaciones constantes y recompensas inmediatas. Esta sobreestimulación puede dificultar el procesamiento profundo de información y fomentar hábitos de pensamiento superficial.
Además, la multitarea digital, como alternar entre responder mensajes, ver videos y trabajar, sobrecarga la memoria de trabajo y disminuye la eficiencia cognitiva. La falta de descansos adecuados agrava el agotamiento mental, aumentando los síntomas del “brainrot”.
Estrategias para combatir el “brainrot”
Aunque el “brainrot” no sea un diagnóstico médico, especialistas destacan varias estrategias para aliviar sus síntomas y mejorar la calidad de vida.
- Limitar el tiempo frente a pantallas.
- Establecer horarios para el uso de dispositivos es fundamental. Evitar pantallas al menos una hora antes de dormir contribuye a un sueño reparador, esencial para la salud cognitiva.
- Incorporar descansos regulares.
- La técnica Pomodoro, que consiste en trabajar 25-30 minutos seguidos y tomar pausas de 5-10 minutos, puede aliviar la fatiga mental y mejorar la productividad.
- Fomentar actividades fuera de línea
- Leer libros físicos, practicar deportes o simplemente caminar ayudan a despejar la mente y fortalecen habilidades cognitivas y sociales.
- Practicar atención plena.
- La meditación o el “mindfulness” mejoran la concentración y reducen el estrés causado por el exceso de estímulos digitales.
- Seguir una dieta equilibrada.
- Consumir alimentos ricos en omega-3 y antioxidantes favorece el funcionamiento óptimo del cerebro.
Encontrar el equilibrio
El “brainrot” refleja los desafíos de vivir en un mundo hiperconectado. De acuerdo con Peña, el término invita a reflexionar sobre la importancia de desarrollar hábitos digitales saludables.
En palabras de especialistas, “el equilibrio entre el uso de la tecnología y el cuidado de la salud mental es esencial para preservar nuestras capacidades cognitivas y bienestar general”.