Puerto Rico amaneció este miércoles con la dolorosa muerte de una niña de nueve años que presuntamente se quitó la vida en Caguas. Apenas tres días antes, el trágico fallecimiento de Cheslie Kryst, coronada como Miss USA en el 2019, había estremecido al mundo.

Ciertamente, el suicidio trastoca a cientos de familias anualmente en Puerto Rico. En promedio, unas 296 personas se privan de la vida cada año en la isla, según datos de la Comisión para la Prevención del Suicidio del Departamento de Salud. Se estima que cada 29 horas hay un fallecimiento de este tipo.

El acto es prevenible. Como individuos y sociedad apremia contribuir para que no suceda.

¿Qué es el suicidio?

El suicidio “es la participación potencialmente fatal en la que hay una intención de morir como resultado de dicho comportamiento. Es algo voluntario”, explicó el psicólogo clínico Humberto Cruz del Hospital Menonita CIMA en Aibonito, especializado para atender la salud mental.

¿Qué factores pueden incidir?

Existen distintos factores de riesgo a niveles sociales, psicológicos y biológicos, según Cruz.

Entre los sociales figuran pérdida de un ser querido, divorcios, y problemas académicos, laborales y económicos, entre otros.

Dentro de los factores psicológicos se pueden encontrar intentos de suicidios previos, haber estado expuesto a un suicidio de un ser querido, sufrir depresión, abuso físico o sexual, alcoholismo y uso de sustancia controladas.

Los biológicos tienen que ver con el cuerpo, como las predisposiciones genéticas y los desbalances hormonales o químicos.

¿Cuáles señales podemos identificar?

“Típicamente, la persona suicida comienza a tener cambios drásticos en el estado de ánimo. Por ejemplo, una persona que era bien activa que salía para todos los ‘chinchorreos’, que le gustaba compartir con la familia, de momento comienza a aislarse, a poner excusas y no se frecuenta socialmente a espacios que con regularidad lo hacía”, expuso el doctor.

También se deben identificar inconformidades e insatisfacciones con la manera de vivir, periodos de calma repentinos e inusuales en procesos que conllevan agitación y estados de desesperanza.

“Una clásica es que la persona comienza a regalar sus pertenencias”, precisó.

¿En los niños hay señales particulares?

En el caso de los pequeños, la situación es diferente. Papá o Mamá pueden identificar trastornos del sueño -ya sea que duermen mucho o poco-, pérdida de apetito o peso, aislamiento, desinterés por actividades que les gustaban, agresividad, interés en temas sobre la muerte y problemas de concentración, entre otros.

“Ya cuando ves este patrón seguido en un periodo de dos semanas o más, cumple con criterios de una depresión mayor que hay que tratarla”, apuntó.

La mayoría de los casos en los niños no significa que quiere morir, sino que el suicidio aparece como “el último recurso para escapar de un gran sufrimiento o de una situación para la cual el niño no encuentra salida, muchos son considerados como un intento desesperado de llamar la atencion hacia los problemas o sentimientos de maltrato que el niño está experimentando”, dijo Cruz.

El riesgo suicida en un niño puede elevarse tras el suicidio de un familiar, ante conflictos familiares constantes, la falta de familiares cercanos, por problemas de salud mental en sus padres, por el divorcio de sus padres, la pérdida de un ser querido y las mudanzas, entre otros.

Urge supervisión en Internet

Algunos casos suicidas en niños han sido resultado de los peligrosos retos que circulan en las redes sociales, recordó Cruz.

“Los padres deben estar bien atentos a las cosas que los niños ven en las ‘tablets’, en los medios de comunicación, en los ‘TikToks’, los niños se pierden ahí. Ahora mismo TikTok es bien ‘trending’, sin embargo, no sabemos lo que están viendo”, alertó.

“Es importante que los padres supervisen lo que los niños están viendo porque no sabemos las malas intenciones de la gente lamentablemente”, manifestó.

¿Qué hacer?

Contacta al 9-1-1 o acude a la sala de emergencia más cercana.

“Si la persona está al teléfono, usted no se desconecta, se mantiene hasta que busque ayude. Si la persona está en Mayagüez y usted está en Ponce al teléfono, busque la manera de contactar una red de amistades que lo lleven al hospital o una ambulancia. Es importante que se acompañe en todo momento”, explicó.

Se debe procurar que la persona no tenga acceso a un medio letal y siempre escucharla con empatía.

“Cuando esta persona le indica el deseo de morir, no muestre señales de sorpresa ni desaprobación, ni siquirea minimizarlo”, acosejó Cruz.

Números telefónicos

• Sistema de Emergencias 9-1-1
• Línea PAS de Assmca 1-800-981-0023 (TDD 1-888-672-7622)
• Línea 24/7 del Hospital Menonita CIMA 787-714-2462