La genética es un tema fascinante para los científicos y comunidad en general, sobre todo cuando se repiten rasgos  como los ojos azules del abuelo o ese lunar que pasa de generación en generación.

No todo se hereda, pero los científicos han encontrado cinco condiciones que sí pasan, en mayor o menor medida, por la línea familiar.

1. Tics nerviosos: Si tu madre tiene uno, posiblememente tu también lo tengas. Y es que un estudio con casi 5 mil personas con tics nerviosos (tartamudeo, seseo, incluso el síndrome de Tourette) pasaban entre generaciones en 77 porciento de los casos. Ahora, establecieron que ese factor de herencia se diluía en parientes en segundo o tercer grado.

2. Sonambulismo: Caminar o hablar dormido (incluso, tener sexo o levantarse a comer para luego no recordar nada) es técnicamente hereditario. Los investigadores encontraron que 47 por ciento de los niños con al menos un padre sonámbulo también tenían la condición, y ese número saltaba a 61.5 si ambos padres la padecían. Y por cierto: sí se puede despertar a un sonámbulo sin que queden secuelas: sólo hazlo en un lugar seguro y suavemente para evitar que la persona se asuste.

3. Cáncer de mama: Tristemente, esta enfermedad se manifiesta de generación en generación, por lo que los exámenes de cernimiento son vitales. Si algún familiar cercano lo tuvo tienes que preocuparte por tu salud y recuerda: el cáncer de mama le da tanto a mujeres como a hombres.

4. Obesidad: Un estudio de 2014 encontró que el gen IRX3 tenía un papel fundamental en la obesidad y cómo se manifiesta a nivel familiar. En pruebas de laboratorio con ratones, aquellos a los que se les removía el gen aumentaban hasta un 30 porciento de peso, por lo que se estudia cómo manipular este gen para bajar las tasas de sobre peso.

5. Problemas de aprendizaje: Existe una correlación entre las personas con dislexia y sus hijos; todo se debe a variantes del gen DCD2. Esto no quiere decir que todos los menores y adolescentes con problemas de aprendizaje lo traigan desde el útero, pero es una posibilidad que se está estudiando. Muchos jóvenes llegan a escuela superior sin saber que tienen un problema de aprendizaje, cuando en su infancia se le ha achacado a poca disciplina o interés en los estudios. Si encuentras que tu hijo está teniendo tropiezos académicos, llévalo a evaluar con un especialista. 

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