En diciembre de 2023 más de cinco millones de casos de dengue fueron reportados en el mundo, entre ellos 5,000 fatales, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha elevado a alto el riesgo por esta enfermedad, cuyo radio de expansión está aumentando a causa de factores como el cambio climático. Un 80 % de los casos en 2023 (4.1 millones) se registraron en América, mientras que las siguientes regiones más afectadas fueron el sur y el este de Asia.

“El dengue es una infección viral sistémica, presente en regiones tropicales y subtropicales, que se trasmite a través del mosquito Aedes Aegypti. Presenta síntomas como fiebre, dolor de cabeza detrás de los ojos y diarrea, los cuales pueden evolucionar hacia complicaciones graves como dificultad respiratoria, hemorragias y daño orgánico, llegando incluso a la muerte. Es sorprendente y desolador que, en plena era moderna, aún existan familias que experimenten la pérdida de seres queridos debido a la picadura de un simple mosquito. La prevención y la intervención temprana son esenciales para mitigar estas consecuencias devastadoras”, señala, Ana Cristina Ochoa, directora Médica de Takeda.

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¿Hay relación entre el dengue y la depresión?

Pero, más allá de los síntomas comunes y muy reconocidos del dengue, ¿tiene esta enfermedad alguna relación con la depresión? Varios estudios consideran que sí. Por ejemplo, una investigación desarrollada en pacientes del Hospital Mayo de Lahore (Pakistán) encontró que alrededor del 60 % de los pacientes del estudio cumplieron los criterios de ansiedad y el 62.2 % de los pacientes cumplieron los criterios de depresión.

“La gravedad de la fiebre, el dolor de cabeza, las mialgias y artralgias y el dolor retro/periorbitario se correlacionó positivamente con las puntuaciones de ansiedad y depresión. La correlación más fuerte se encontró entre la gravedad del dolor de cabeza y las puntuaciones de ansiedad y depresión. La mayoría de los pacientes con dengue presentan síntomas de ansiedad y depresión. Se debe realizar una evaluación psiquiátrica en todos los pacientes con dengue para iniciar un tratamiento oportuno”, señala el estudio.

Por otra parte, un estudio desarrollado en Filipinas, y publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health, encontró que los síntomas depresivos tras padecer dengue no son solo una cosa de adultos, sino que también existe una relación con los niños.

“La prevalencia de síntomas depresivos (13.3%) y ansiosos (34.2%) entre pacientes pediátricos con dengue fue significativamente mayor que entre los controles (3.5% y 16.2%, respectivamente). Además, el 26.7% de los pacientes pediátricos informaron irritabilidad, agitación, alucinaciones visuales y agresividad”, destaca la investigación.

De acuerdo con la publicación científica, los pacientes pediátricos presentan síntomas depresivos y ansiosos cuyos niveles se asocian a factores sociales y clínicos. Sin embargo, se desconoce si estos síntomas están presentes sólo durante la infección o pueden persistir después de la recuperación o son provocados por reacciones adversas de los niños a la hospitalización, por lo que los investigadores instan a realizar más estudios.

Pero también habría una relación entre el dengue y los trastornos psiquiátricos. Una investigación adelantada en Brasil encontró que existe “relación entre el trastorno psiquiátrico y las acciones sobre las condiciones ambientales que favorecen el dengue, así como su carga de salud pública asociada”.