La mayoría, cuando comienza un nuevo año, echamos mano a un lápiz y papel y escribimos cuáles son las resoluciones para este nuevo amanecer.

Desde rebajar y cambiar nuestro estilo de vida, hasta dejar esa relación que tanto daño nos causa; los deseos y promesas inundan nuestro ser y nuestra mente.

Pero, pasan los días, las semanas, los meses y el nuevo año, y sucumbimos en el intento.

El problema es que luego nos sentimos mal y nos preguntamos, en qué fallamos o, simplemente, por qué no me sentí lo suficientemente entusiasmad@ para cumplir con esas metas.

A veces, lo más importante es lograr estar en contacto con nosotros mismos y conseguir mayor armonía interior, sin importar si cumplí o no con aquel deseo o resolución.

Para lograr esto tenemos que entender que “la vida se parece a una rueda constante movimiento”. Así que, unas veces estamos arriba y otras, abajo.  “De ahí que sea necesario tomar conciencia de este continuo volver a empezar”, según nos advierte el sicólogo Roberto Tirigall.

El también conferencista internacional sostiene que en este volver a empezar, usted  “puede hacer cosas nuevas por el simple hecho de hacerlas, y no siempre esperando algún beneficio. Esto, advierte, no significa que rechace los beneficios que pueda producirle un proyecto exitoso.

Tirigall nos ofrece una serie de recomendaciones para tomar en consideración al momento de participar en algo nuevo, sea un proyecto, meta o tarea.  Eso sí, no pierda de perspectiva que, como dijo el poeta español Antonio Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” 

1) Soltar amarras

Tenemos que atrevernos a dar ese paso que tanto nos cuesta. “Quedarse en el puerto es lo más seguro, pero nos quita la posibilidad de la aventura de lo distinto y de todo lo que podamos aprender”, expresa el también escritor.

“Soltar amarras significa dejar de lado, abandonar o no darle importancia a todos nuestros temores, que son los responsables de que permanezcamos en la seguridad de hacer siempre lo mismo, aunque nos llene de aburrimiento y hastío”, sostiene Tirigall.

2) Volver a empezar 

El también autor de los libros Psicomeditación, Psicobelleza y Secretos de la Mente, nos dice que es importante tomar conciencia de que en la vida siempre hay un volver a empezar. A veces, las experiencias que hemos vivido son muy fuertes y dejan una profunda huella en nuestros corazones y en el diario vivir, pero lo importante es recordar que siempre hay otra oportunidad para recomenzar. Y, no olvide que “hay cosas que, aunque aparentemente se repiten, en realidad son diferentes, si sabemos percibirlo”. 

3) Aprender a ver en lo obvio

El sicólogo argentino menciona que hay personas que se tienen que ir lugares distantes para iniciar algo diferente, porque de esa manera se sienten más creativos debido a que eso les permite romper con viejas rutinas. Sin embargo, el especialista advierte que en ocasiones no nos damos cuenta  “que tenemos una gran dificultad para poder observar” a las personas que conviven con nosotros, nuestros compañeros de trabajo, las actividades que hacemos a diario y los amigos. Porque “cuando estamos en permanente contacto con algo, muchas veces dejamos de verlo y, por ende, de valorarlo”.

Cuando aprendamos a soltar, empezar de nuevo cada que vez que sea necesario y disfrutar de lo que parece obvio, nos sentiremos con una mayor armonía interior.

Tirigall tiene cuatro blogs.