Los viernes 13 con frecuencia son considerados como un día de mala suerte en los que las personas se suelen sentir incómodas, no solo en Estados Unidos sino en varios países del mundo. Para algunos supersticiosos, esta fecha trae una sensación de inquietud debido a la asociación que tiene con las energías negativas, pero ¿qué hay detrás de este pensamiento?

Si bien se desconoce con exactitud cómo surgió esta superstición, las películas de terror protagonizadas por Jason le agregaron más dramatismo y miedo a este día. En 2024, la fecha se da en dos ocasiones: en septiembre y, luego, en diciembre. Por fortuna, para aquellos que prefieren no hacer planes en estos días, no habrá otro viernes 13 hasta junio de 2025.

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Phil Stevens, profesor de antropología jubilado de la Universidad de Buffalo le dijo a USA Today que cree que el origen de esta superstición proviene de la religión cristiana. Un ejemplo de esto se da en la Biblia, cuando Judas, el invitado número 13 a la Última Cena, traicionó a Jesús y este fue arrestado. Como consecuencia de esto, “el Mesías” como lo llamaban, fue crucificado al día siguiente, es decir, un viernes.

“Así que el 13 está asociado con ese terrible acontecimiento. Y el viernes 13 se produce un doble impacto. Se combinan ambos elementos: el tabú contra el 13 y la crucifixión, que tuvo lugar un viernes”, reflexionó Stevens. De todas formas, él considera que esta creencia cada vez se debilita más, lo que significa que solo es cuestión de tiempo antes de que desaparezca.

Pero el profesor de antropología, contó que a él personalmente le gusta pensar que lo que gira en torno a las supersticiones del viernes 13 es un pensamiento mágico. Esto se suele dar cuando alguien cree en una relación causal entre dos cosas, pero no hay forma de poder relacionarlas. El ejemplo más claro de esto es cuando coincide un viernes con el día 13, en el que adquiere otro tipo de poder.

“La palabra tabú es en realidad apropiada para este tipo de superstición, porque es el término que significa evitar establecer una conexión mágica”, enfatizó Stevens. “La gente puede trabajar activamente con magia para que las cosas sucedan, reconociendo conexiones entre ellas, pero si las conexiones entre las cosas pueden causar un resultado desafortunado, entonces la gente las evita”, concluyó.

También existen las personas que buscan relaciones positivas entre las cosas. Un ejemplo de esto es cuando China dio el puntapié inicial para el inicio de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 en relación con el número ocho. El evento comenzó a las 20.08 horas del octavo día del octavo mes del año. Este número en algunas culturas está asociado con la buena suerte.