A pocos días de que comience la Semana Santa, los cristianos tienen una tradición y es no comer carnes rojas durante el Viernes Santo; incluso algunos extienden la costumbre toda la semana.

Si alguno le ha surgido esta duda y se pregunta si está escrito en la Biblia, la respuesta es que no hay ningún pasaje que hable de esto.

Esta es una práctica que está profundamente enraizada en la comunidad cristiana y a muchos les debe surgir la duda de dónde nació esta práctica. La Semana Santa conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús y comienza el Domingo de Ramos y se extiende hasta el Domingo de Resurrección.

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A pesar de que el calendario litúrgico es el mismo, en cada parte del mundo se celebra de una manera diferente, ya que muchos asisten a misas, hacen procesiones, pagan penitencias, entre otras.

Algunos portales católicos explican que esta costumbre se instauró debido a la penitencia que pagó el hijo de Dios en el desierto, dónde pasó 40 días y 40 noches en ayuno, antes de que fuera crucificado.

Así nació la tradición de no comer carne en Semana Santa

Es por eso que la Iglesia Católica celebra la Cuaresma en honor a aquello que hizo Jesús. Por ende, dejan de lado por ese día el hábito de comer carne y optan por otros alimentos; claro está que eso es una decisión individual y no representa en sí un pecado, debido a que no está en la Biblia.

“La primera parte del Evangelio, según San Mateo relata cómo Cristo pasó cuarenta días en el desierto, y durante ese tiempo no pasó por sus labios, ni bebida, ni alimento. No cabe duda de que esta penitencia del Dios-hombre no solo era expiatoria, sino también ejemplar. Si bien es cierto que Cristo no definió explícitamente los días ni las semanas en que sus seguidores estaban obligados a ayunar y abstenerse, al mismo tiempo su ejemplo acompañado de su respuesta a los discípulos del Bautista es una evidencia de que en el futuro sus seguidores se encontrarían sujetos a reglas por las cuales ayunarían”, afirmó el portal Enciclopedia Católica.

Durante el Viernes Santo los cristianos recuerdan la muerte de Jesús y por eso la iglesia establece esta fecha como un día de luto, respeto y abstinencia de carne roja, como manifestación del duelo.

El motivo principal es privarse de algo a modo de sacrificio, como lo hizo Jesús en la cruz. No comer carnes rojas es un acto de purificación.

“La idea detrás de esta práctica es que mi sacrificio se convierta en un gesto de caridad, entonces aquello de lo que me privó, el precio que me costaría comprarlo, destinar ese dinero a la limosna o comprarle algo a quien lo necesite. Que esa abstinencia, además de ser un acto religioso, hable de cómo se despierta mi corazón ante la realidad de los otros”, argumentó el padre Javier Klajner, del Santuario de Nuestra Señora de Desata los Nudos.

Es por eso que durante esos días las personas optan por comer pescado, verduras y vegetales que los tengan apartados de las carnes rojas.