Mientras el abandono de animales domésticos y el colapso de la salud mental siguen abrumando al País, una alianza entre un hospital y una organización dedicada a proteger a estas criaturas busca unir sus esfuerzos para destacar lo fundamental para mejorar el bienestar emocional de los ciudadanos.

El Sistema Hospital San Juan Capestrano y la Puerto Rico Alliance for Companion Animals combinaron sus recursos para empezar a ofrecer talleres para diversos profesionales de la salud sobre los animales de compañía como factor clave en la resiliencia y recuperación de pacientes con problemas de salud mental.

La psicóloga clínica Úrsula Arangunde Kohl, fundadora del organismo dedicado al rescate y rehabilitación de perros y gatos sin hogar alrededor de la Isla, aseguró que esta iniciativa -que se ha extendido a diversas facilidades médicas- surgió de sus trabajos como profesora investigadora en el Programa Graduado de Psicología de la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo, donde ha expuesto que la relación humano-animal puede no solo promover una sana condición emocional, sino ayudar a comprender otros problemas sociales en la Isla.

“La gente tiene mascotas y tenemos que empezar a reconocerlas como miembros de la familia. Independientemente si nos gustan o no, estos son componentes esenciales en la vida de muchas personas. Parte de lo que yo abogo como psicológa, y persona de la comunidad de bienestar animal es que las mascotas están para quedarse, tenemos que trabajar y educarnos sobre el tema”, expresó la doctora en entrevista telefónica con Primera Hora.

“Como no hay política pública de esto, las poblaciones más vulnerables quedan desamparadas como personas con problemas de salud mental porque no hay sistema que pueda ayudar a esas mascotas mientras alguien esté hospitalizado”, puntualizó.

Por consiguiente, Aragunde Kohl -también autora del primer curso certificado graduado en Puerto Rico enfocado en las Intervenciones Asistidas por Animal (IAA) en escenarios de salud– manifestó que la comunidad salubrista debe tomar en cuenta a los “hijos de cuatro patas” de cada individuo dado que este pudiera ser un factor primordial para la recuperación de un reto emocional.

“Deberíamos facilitar y potenciar el tratamiento a través de esa relación entre dueño y animales, pero si nadie te la valida, la mayoría de la gente te va a decir que pensaban que estaban locas; hay una vergüenza en reconocer esa relación y estamos perdiendo una oportunidad extraordinaria para crear bienestar”, aseguró la experta en salud mental. “Te puedo decir que muchos pacientes me han dado las gracias por apalabrar y validar esta relación, y yo no sé ya cuánta gente se me ha acercado para decirme: ‘Gracias a mi mascota no me suicidé’, y esto es como darle valor a una relación que, intrínsicamente, le da tanto a una persona”.

No obstante, Aragunde Kohl enfatizó que esta práctica no es para todos, sino para quienes tienen el privilegio de brindarle amor incondicionalmente a estos seres vivientes, ya que sugerir esto a una persona que no ha tenido una experiencia de esta índole podría agravar la creciente situación de criaturas realengas en el País.

“Hoy en día, los índices de soledad, de ansiedad, depresión, e ideación suicida están por las nubes, que no hace sentido porque tenemos calidad de vida, ¿pero sabes por qué están tan altos? Porque nos sentimos más solos que nunca. Sin embargo, tienes esta relación extraordinaria y única en la vida de personas vulnerables y se está perdiendo una gran oportunidad”, aseguró.

“Ellos están ahí cuando necesito alivio”

Para Diane Volkman, reconocer a sus perros y gatos como parte de su círculo familiar representó uno de los mejores pasos que tomó en su vida cuando tuvo que enfrentar un divorcio hace 20 años.

“Cuando a veces uno va por unos cambios en la vida, hay gente que va y viene, uno se siente solo, agobiado, con estrés, y estas mascotas ayudan con tener esa compañía que necesitas, ellos están ahí cuando necesito alivio”, expresó.

Volkman también aseguró que entender esta conexión con estas criaturas le ha permitido tener una perspectiva distinta en su vida, tanto así que decidió dedicarse a rescatar animales. En sus primeros años como voluntaria adoptó a Rico, un cachorro que encontró al llegar a la Isla hace años.

“Ellos me ayudan a no rendirme, a pasar más tiempo con ellos, participar de diversas actividades, salir a la calle con ellos, ellos son mi compañía”, destacó quien fuera recepcionista, quien tiene otros tres perros y cuatro gatos en su hogar.

De hecho, Volkman admitió que está pasando por otra separación a sus 54 años y contar con sus “hijos” en esta etapa difícil ha sido un bálsamo para su salud mental.

“Los tengo a ellos de compañía, tengo amor de su parte, los tengo que cuidar, ellos dependen de mí”, indicó.

Igualmente, la ahora rescatista asegura que cuando los días se ponen pesados hasta su familia le recuerda que siempre puede contar con sus animalitos como apoyo.

“Mi familia sabe cuán importante son mis mascotas, tanto así que cuando me venían a dar consuelo en los momentos más difíciles algunos me recordaban que no dejara de pensar en mis mascotas, uno se levanta por ellos”, acotó.