La comunicación diaria es más que un simple intercambio de palabras; es un espejo de nuestra personalidad y madurez emocional.

Con el tiempo, diversos psicólogos han identificado que ciertas expresiones pueden indicar una dificultad inherente para asumir responsabilidades y gestionar emociones de forma saludable. Este fenómeno afecta directamente tanto nuestros vínculos interpersonales como nuestro bienestar general.

El psicoanalista José Eduardo Abadi relacionó la inmadurez emocional directamente con el narcisismo. Según explicó a La Nación: “Significa estar en una relación y hacer que el otro sea lo que uno quiere que sea, y que haga lo que uno quiere”. Contrasta esto con la madurez, que consideró como la aceptación y metabolización de las diferencias en una relación, transformándolas en un alimento para el crecimiento y la creatividad.

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En paralelo, Alejandra Gómez, psicoanalista y directora del Departamento de Psicosis de la Asociación Psicoanalítica Argentina, observó que una persona con rasgos de inmadurez emocional tiende a centrarse excesivamente en sí misma, con ideales de completitud y omnipotencia, afectando negativamente sus relaciones.

Inteligencias artificiales como ChatGPT, Gemini y DeepSeek, han identificado tres frases comunes que pueden señalar inmadurez emocional:

  • “No es culpa mía”

Esta expresión es un claro reflejo de falta de autoconocimiento y autocrítica. La psicóloga Carol Dweck, en su libro Mindset: The New Psychology of Success, señaló que las personas que aceptan responsabilidad sobre sus acciones están mejor equipadas para mejorar sus habilidades y relaciones. John Gottman, un reconocido experto en relaciones, también subrayó que admitir errores y disculparse son indicadores de relaciones duraderas y exitosas.

“La madurez de los vínculos es poder asumir el compromiso en lo que uno hace y tiene, y compromiso es responsabilidad, deseo y cumplimiento de un rol que quedó tácita o explícitamente pactado”, analizó Abadi.

  • “Estás exagerando”

Esta frase tiende a minimizar o invalidar los sentimientos de los demás, sugiriendo que sus reacciones son desproporcionadas. DeepSeek y expertos en psicología, como Carl R. Rogers y Richard Evans Farson, autores del libro Active Listening, resaltan que validar emociones ajenas es esencial para una comunicación efectiva y madurez emocional.

Según Gemini, que cita a Courtney S. Warren, especialista en relaciones románticas de Harvard, el uso de esta frase puede ser una forma de manipulación emocional o “gaslighting”, que genera confusión e inseguridad en las víctimas.

  • “No necesito darte explicaciones”

Esta expresión es una estrategia para esquivar responsabilidades y cerrar el diálogo. Gómez añadió que revela una incapacidad para aceptar las “reglas” de un vínculo, incluyendo derechos y obligaciones.

“En la inmadurez emocional tampoco hay conciencia de los riesgos ligados al hacer o decir, como si la responsabilidad siempre fuese de otro”, explicó.

Según Stephen Covey, en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, promover un diálogo abierto es fundamental para construir relaciones sólidas y saludables.

Estas frases, identificadas y analizadas tanto por expertos humanos como por inteligencias artificiales, sirven como una ventana a las dinámicas interpersonales que pueden influir negativamente en nuestro entorno. Comprender y evitar estas expresiones podría ser un paso crucial hacia una mayor madurez emocional y mejores relaciones interpersonales.