Impulsan a los culebrenses en todos los sentidos
La Fundación de Culebra brinda herramientas para el desarrollo integral de la isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El componente humano de la Fundación de Culebra conoce las necesidades y retos que enfrenta la población de esa isla municipio a donde comenzaron una extensa obra hace aproximadamente tres décadas, integrando a las comunidades en varios programas que pretenden lograr la autosuficiencia de su gente.
La misión es brindar herramientas para el desarrollo integral de los culebrenses, maximizando la experiencia de sus estudiantes a través de la música, arte, baile, teatro, ambiente e historia, rescatando espacios trascendentales como la antigua escuela pública y dos edificios que pertenecieron a la Marina de Guerra de Estados Unidos que se convirtieron en museo, oficina y centros de emergencia.
Uno de los cinco proyectos que esta organización impulsa, pretende convertir a Culebra en la primera isla solar de todo el hemisferio occidental, en alianza con Environmental Defense Fund (EDF), como parte del componente de comunidad y resiliencia.
De acuerdo con Luz Rivera Cantwell, “nuestra comunidad está bien preparada y en resiliencia tenemos proyectos de energía solar para que Culebra sea la primera isla solar de América, con una organización que se llama EDS (Enviromental Defense Fund)”.
“Estos proyectos, entendemos que son bien importantes porque se puede crear un modelo para Puerto Rico. Si nosotros logramos en una escala pequeña, puede ser lo que espera que puedan hacer las comunidades en otros sitios. Ya se escogieron 40 familias que le están donando un sistema de emergencia back up solar”, reveló.
“Es algo innovador porque Culebra es pequeño y queremos impulsar a más gente, que en la isla como somos tan dependientes a nivel de energía y nuestra agua que vienen de Naguabo en un tubo debajo del mar, que va a Vieques y de allá viene en otro tubo para Culebra. Por lo tanto, cualquier cosa que pase en Naguabo o Vieques, inmediatamente quedamos fuera del mapa”, advirtió.
Otro de los renglones, el museo, se enfoca en preservar la historia de un pueblo que luchó contra el gigante y le ganó, dijo Rivera Cantwell, al recordar la batalla que enfrentaron los culebrenses hasta la salida de la Marina de Guerra.
“El museo es un proyecto educativo para que los visitantes y la comunidad conozca y no pierda su historia y su presencia. La fundación restauró la estructura para convertirla en museo, organizar a la comunidad y conseguir los fondos. Este es el único atractivo histórico turístico que hay en la isla y hemos recibido miles de visitantes durante todos estos años desde el 2008 cuando abrimos”, esbozó.
“Tenemos muchas exhibiciones, como, por ejemplo, el cemí en coral, una pieza que apareció hace poquito. Este cemí lo encontraron unos norteamericanos que compraron la propiedad y la encontraron, la llevaron al Smithsonian, la validaron y luego fueron al Instituto de Cultura y la donaron a este museo para el disfrute de todos”, sostuvo.
Además, el museo culebrense cuenta con una colección de fotos antiguas, así como una serie de artefactos que pertenecieron a los originarios de esta tierra.
“Tenemos una colección de fotos antiguas, herramientas, una canoa hecha de plancha de zinc que usaba la gente para divertirse y las tapas de las galletas de soda las usaban como remo. Igualmente tenemos anafres y la quijada de una ballena o cachalote que encontraron moribunda en Flamenco”, realzó al repasar algunos de los objetos y memorabilia que alberga esta estructura.
Sin embargo, uno de los programas más impresionantes instalados en el museo es el de apicultura, donde miles de abejas trabajan afanosamente para hacer la miel que luego proporcionaría fondos para la institución.
El cajón está ubicado en la parte posterior de la antigua estructura y desde allí, las abejas entran y salen para el jardín aledaño que está preparado con diversidad de plantas y flores para recibir la polinización.
“Es un proyecto de apicultura que tiene la fundación, donde las abejas salen por el piquero, van afuera, recogen el polen y hacen la miel. La miel se vende”, manifestó.
Otro de los proyectos es de digitalización de las humanidades que comenzó con el fundador de la organización, Juan R. Romero, un archivista de profesión.
“Detrás de todos estos proyectos, la mayor parte del componente de las personas que trabajamos voluntariamente dentro de Fundación de Culebra, somos muchos maestros retirados. Por lo tanto, hay un enfoque educativo bien fuerte en toda la misión y la visión nuestra. Es más bien cómo podemos educar a estos niños y jóvenes para que tengan mejores oportunidades”, puntualizó.
“Este proyecto de digitalización es un proyecto del Juan que era un archivista. Todo lo que era de Culebra lo documentaba, lo guardaba. Murió hace un año en plena pandemia”, lamentó al mencionar que este programa comenzó con la diáspora puertorriqueña.
Sin duda, la pieza clave es el proyecto de Música Pa’ Culebra que “ahora cumple siete años”.
“(Nosotros) empezamos poco a poco con las clases, con pocos nenes, y es un programa que mezcla los estudiantes de escuela pública y privada. De este programa es que sale la Steel Band y tenemos también los líderes ambientales culebrenses. Este programa lo hacemos con Para la Naturaleza” reveló.
“En Música Pa’ Culebra, también tenemos un grupo de teatro con el profesor Cecilio Reyes que es de Culebra y viene semanalmente desde Humacao a reunirse con sus estudiantes. También tenemos un grupo de baile donde damos bailes tradicionales de Puerto Rico y hip hop, el maestro Ángel Velázquez que viene de la isla también” resaltó.
Para Rivera Cantwell quien es sicóloga de niños y patóloga del habla, “la música es excusa para traer a la población de niños y adolescentes para brindarles herramientas de vida y que puedan soñar con un mejor futuro”.
Si desea conocer a fondo los proyectos puede acceder a: fundaciondeculebra.org.