Miami. Halloween, la celebración pagana de origen celta surgida hace miles de años y que llegó a Estados Unidos en el siglo XIX de la mano de inmigrantes irlandeses, tiene como grandes protagonistas a los más pequeños y toneladas de dulces.

Esta fiesta milenaria que se ha convertido en un consumismo masivo en decoración, disfraces y fiestas tiene un lado tan dulce como tenebroso.

Y la noche puede ser más tétrica y embrujada si se recorren las calles de lugares estadounidenses con nombres tan tenebrosos como Tombstone (lápida sepulcral), Kill Devil Hills (Colinas de Matar al Diablo), Casper, Slaughter Beach (Playa de la Matanza) o Scarville (“Villacicatriz”).

Pero también tiene datos curiosos recopilados por la Oficina del Censo de Estados Unidos:

1. Unos 73.1 millones de menores de edad en Estados Unidos se convertirán en potenciales “traficantes” de dulces en la llamada también Noche de Brujas cuando caiga el sol este próximo 31 de octubre.

2. La descarga de azúcar que reciben los niños en Halloween ayuda a los más pequeños a recorrer esa tarde-noche grandes distancias en su recorrido por su barrio y a tocar la puerta de los cerca de 57.4 millones de viviendas en el país con escalones que es necesario superar antes de decir el famoso Trick or treat! (que se ha traducido libremente al español como ¡Truco o trato!).

3. Además de las golosinas, el chocolate es sin duda uno de los principales productos que reciben los niños. Aunque muchas de estas chocolatinas se producen en el exterior, en 2019 había en Estados Unidos 270 establecimientos que producían principalmente productos de chocolate a partir de granos de cacao.

4. Y, según la encuesta de Patrones de negocios locales del Censo, ese mismo año había 3,389 tiendas especializadas en confitería y nueces en el país que vendían esos mismos productos.

5. Si los dulces son clave en la noche de Halloween no lo son menos los productos para convertirse por unas horas en un monstruo o personaje de ficción. Para lograrlo se puede recurrir a las compras por internet, grandes almacenes o en los 843 establecimientos de alquiler de disfraces o ropa formal que había abiertos en 2019.