Las principales señales del cambio climático rompieron récords el año pasado, según puede confirmar ahora un equipo internacional de científicos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que sitúa en más de 2 grados Farenheit el aumento a largo plazo de la temperatura media global con respecto al periodo de referencia (1850-1900).

“Las claras señales del cambio climático inducido por el ser humano alcanzaron nuevos niveles en 2024 y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante cientos, si no miles de años”, plantea un informe publicado la semana pasad por el organismo científico de Naciones Unidas, según publica EFE.

Según los expertos de la OMM, cada fracción de grado adicional (en la temperatura media global) aumenta los costos y riesgos para la humanidad.

El informe confirma que 2024 fue el primer año en que la temperatura media global superó en 2ºF los niveles del periodo preindustrial, lo que lo convirtió en el año más cálido registrado en los últimos 175 años.

Además, esa estimación implica que se ha superado los 1.5ºF que la comunidad internacional fijó como máximo tolerable de calentamiento global y más allá del cual las consecuencias para la humanidad serán muy graves e irreversibles.

Al enfocar sobre el asunto con relación a América Latina y el Caribe, los resultados no son buenos. “Ya no da ni para esperar ni para ignorar”, afirmó un experto a Radio France Internationale.

En los últimos años, la temperatura del agua que rodea a los latinoamericanos ha subido 1 grado centígrado, provocando consecuencias devastadoras, como el aumento de tormentas, huracanes o inundaciones, como las del año pasado en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, periodos de sequía e incendios en el Amazonas o, peor aún, la desaparición del glaciar venezolano Humboldt.

“La naturaleza está mostrando sus garras, o sea, la tendencia del calentamiento global más intensos y más extremos es ya una realidad. Los datos científicos, los satélites, todos lo muestran. Los gobiernos tienen que comenzar a actuar, no esperar, con políticas públicas de adaptación, de reducción de riesgo de desastres, ya no da ni para esperar ni para ignorar”, dijo José Antonio Marengo, uno de los investigadores que ha participado en este informe, en una nota publicada en el periódico El Listín de República Dominicana.

Los científicos de la OMMC han recordado que, pese a todo, las temperaturas son “solo una pequeña parte” de una situación mucho más compleja y en la cual, por ejemplo, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera también ha alcanzado niveles sin precedentes con respecto a los últimos 800,000 años.

La situación en los polos también va en una dirección muy preocupante: los 18 niveles más bajos de hielo marino en el Ártico se registraron en los últimos 18 años, mientras que las tres menores extensiones de hielo en la Antártida ocurrieron en los últimos tres años.

Además, la pérdida de masa glaciar en el trienio 2022-2024 ha sido la más grande de la historia.

El aumento del nivel del mar -donde es almacenada el 90% de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero en el sistema de la Tierra- también se ha acelerado, pasando a un ritmo dos veces mayor desde el inicio de las mediciones satelitales.

Según el informe, el contenido de calor en los océanos en 2024 alcanzó su nivel más alto en los 65 años de registros observacionales y cada uno de los últimos ocho años ha establecido un nuevo récord.

Así, la tasa de calentamiento oceánico en las últimas dos décadas (2005-2024) es más del doble que la registrada en el período 1960-2005.

Entonces, para Latinoamérica el informe plantea que con la aceleración del cambio climático no sólo cambiará el clima de los países, sino también el mapa. Las zonas costeras quedarán inundadas. Aquellos pueblos construidos donde anteriormente había agua podrían verse arrasados por lluvias torrenciales o, incluso, aquellos que viven en zonas frescas deberán migrar ante el aumento de las temperaturas.

“Toda América central es muy vulnerable, está identificada como una de las áreas más vulnerables del mundo. Otra zona sería la región andina donde están los glaciares, hay personas viviendo ahí y si esos glaciares desparecen se acabó el agua para Lima, Quito y Bogotá. Otras áreas afectadas son también las más próximas a la Amazonía”, nos explica Marengo.

En cuanto a temperaturas, los últimos diez años han sido los más cálidos desde que se tienen registros, y cada uno de los últimos ocho años ha establecido un nuevo récord de calor en los océanos.

El récord de temperaturas en 2024 se ha atribuido al aumento continuo de emisiones de gases de efecto invernadero -causantes del calentamiento global- y a la transición del fenómeno de La Niña al de El Niño, mientras que factores como cambios en el ciclo solar también pueden haber contribuido.