Un sistema de cavernas con una belleza subterránea única, que posee un alto valor ecológico y tiene un gran potencial turístico, recreativo y educativo, se luce como uno de los atractivos más importantes entre el barrio Cagüitas Centro y el barrio Sumidero, de Aguas Buenas.

Reconocido en el 2002 como Reserva Natural por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), el lugar integra una cuenca hidrográfica de 1,805 cuerdas que constituyen el nacimiento del río Cagüitas, y que –a su vez- pertenece al sistema de drenaje natural del río Grande de Loíza. Cuenta, además, con varios manantiales y es el hábitat de especies como murciélagos y la boa puertorriqueña, entre otras.

En el espacio se identifican la Cueva Clara, la Cueva Oscura y la Cuerva Ermita. “En el caso de la Cueva Clara, como dice su nombre, tiene algunos sitios que son partes claras. Es una cueva con bastantes túneles y se centraliza mucho el estudio de rescate de personas. Esta es la cueva más frecuentada por los visitantes y cuenta con petroglifos. Lamentablemente ha sido vandalizada, ha sido escrita con aerosoles y estamos luchando para hacer una limpieza”, explicó Luis Sánchez, presidente de la Sociedad Espeleológica La Ermita de Aguas Buenas Inc.

Aunque, por el momento la zona no cuenta con los permisos oficiales para expediciones, siempre hay quienes se aventuran a explorar bellezas como estas, por lo que Sánchez recomendó orientarse antes para visitarlo de manera segura.
Aunque, por el momento la zona no cuenta con los permisos oficiales para expediciones, siempre hay quienes se aventuran a explorar bellezas como estas, por lo que Sánchez recomendó orientarse antes para visitarlo de manera segura. (Suministrada)

Mientras que la Cueva Oscura es bastante extensa y fue llamada de esa forma por la falta de claridad. Allí también se pueden encontrar petroglifos y, hace muchos años, dieron con yacimientos arqueológicos.

“La Cueva Oscura al final tiene un río que se llama la Sala de Agüeybana, que termina con una cascada. Es una cueva bien diversa, tiene salones, grandes y pequeños, que se van uniendo unos con otros. Hay zonas de fácil acceso y hay otras que no son tan fáciles de atravesar”, indicó el explorador.

Por otro lado, está la Cueva Ermita, una de las menos visitadas ya que su exploración implica un contacto directo con el agua y resulta una experiencia para personas un poco más experimentadas. “La experiencia es completamente en el agua porque ahí se alimenta de diferentes tipos de quebradas y, desde que sale de la cueva para afuera, es que se le da el nombre al río Cagüitas. Es una cueva bien bonita y se visita mucho para cuestiones científicas, pero para ir a veces hay que llevar salvavidas y equipo especializados por si viene un golpe de agua. Tiene algunos sitios de cascadas altas y hay que bajarlas con equipo de rapelling”, especificó Sánchez.

Las aventuras dentro de las cuevas exigen diferentes tipos de preparación, ya que hay pasadizos y túneles un poco reducidos en tamaño, por lo que en ocasiones es necesario arrastrarse y, en otras instancias utilizar salvavidas; todo depende de la cueva que estén explorando.

Parte del recorrido se hace por agua.
Parte del recorrido se hace por agua. (Suministrada)

“Los lugares más complicados estamos hablando de que tienen entre 2 a 3 pies de diámetro. Esos espacios nosotros lo hacemos mayormente para prácticas en cuestión de espacios confinados y de extracción de víctimas. Practicamos por si pasa algún accidente dentro de la cueva, tengamos conocimiento previo de cómo extraer una víctima de la cueva”, detalló el espeleólogo.

Aquellos que prefieran expediciones menos retantes, Sánchez asegura que también pueden disfrutar de la experiencia desde otra perspectiva.

“Eso depende a dónde los lleven. La zona sí tiene áreas peligrosas, pero nosotros cuando llevamos gente, los llevamos a sitios seguros. Cuando hay sitios peligrosos, que hay precipicios y todo eso, pues vamos en cuestión de estudio. Nosotros como Sociedad Espeleológica La Ermita, la Sociedad Espeleológica de Puerto Rico y La Ruta Troglodita Normán Veve somos tres grupos que trabajamos la zona. Hay áreas que los podemos llevar que son campo abierto para que las personas puedan disfrutar de la flora y la fauna. No está limitado a entrar a la cueva, también tenemos el área del bosque que pueden disfrutar”, aseguró el experto.

Aunque, por el momento la zona no cuenta con los permisos oficiales para expediciones, siempre hay quienes se aventuran a explorar bellezas como estas, por lo que Sánchez recomendó orientarse antes para visitarlo de manera segura.

Las aventuras dentro de las cuevas exigen diferentes tipos de preparación, ya que hay pasadizos y túneles un poco reducidos en tamaño,
Las aventuras dentro de las cuevas exigen diferentes tipos de preparación, ya que hay pasadizos y túneles un poco reducidos en tamaño, (Suministrada)

“Nos place que la gente pueda visitarnos y que pueda aprender de nuestro sistema de cavernas de Aguas Buenas. Nosotros se supone que no hagamos estos tours, pero a nuestro grupo nos gusta no ser los únicos en ver la belleza subterránea que Dios nos ha dado. Hay que estar con mucho cuidado de que no pase nada, hay que ser bien responsable al llevar a la gente. La exhortación es a que la gente nos contacte a nosotros para ver de qué manera tenemos la ayuda y podemos llevarlos a un área segura. No se aventuren a ir sin ayuda”, exhortó el presidente de la organización, a quien pueden conseguir en el 787-467-0590 o visitando la página de Facebook Sociedad Espeleológica La Ermita Aguas Buenas Inc.