La razón principal para realizar la esterilización o castración de los gatos es evitar los embarazos no deseados y el abandono de gatitos. Sin embargo, existen otros beneficios, como prevenir algunas enfermedades, la costumbre de marcar territorio y comportamientos propios del celo como los maullidos o llamadas en las hembras, entre otros.

La esterilización es un procedimiento quirúrgico que debe ser realizado por veterinarios licenciados y en instalaciones adecuadas, aunque por lo general es una cirugía rápida y con bajo riesgo. El momento adecuado para esterilizar a un gato suele ser antes de que alcance la madurez sexual, generalmente entre los 5 y 7 meses de edad, pero siempre es mejor consultar con un veterinario especializado.

A continuación, aclaramos algunos de los mitos que existen sobre este procedimiento:

  • Los gatos que viven dentro de la casa no necesitan ser esterilizados: Algunos guardianes de gatos consideran innecesario esterilizar a sus felinos debido a que no les permiten salir de casa. Sin embargo, la esterilización ayuda a prevenir el riesgo de fugas impulsadas por hormonas y eso los protege de posibles peleas con otros gatos, como también de los síntomas del celo y marcar los muebles o paredes.
  • Los gatos esterilizados no conservan su habilidad de cazador: Existe la creencia de que los gatos cazan mejor cuando no son esterilizados, pero esto no es cierto debido a que el instinto cazador de los gatos está en sus genes y no depende de las hormonas.
  • Los gatos esterilizados son vagos y engordan: Si tu gato o gata engorda, lo más probable es que come demás y no hace ejercicio. Si quieres mantener a tus mascotas en forma, consulta con el veterinario acerca de la dieta más adecuada para sus características. La clave está en elegir una dieta especial para gatos esterilizados y proporcionarles momentos de juego y actividad.
  • Es mejor dejar que las gatas tengan gatitos antes de ser esterilizarlas: Las gatas alcanzan la madurez sexual alrededor de los 6 a 8 meses de edad. Es recomendable esterilizarlas antes de su primer celo. Cuanto antes esterilices a tu gata, más pronto estarás asegurando un futuro libre de enfermedades, como el cáncer de mama, de útero y de ovarios.
  • Las gatas quedan preñadas una sola vez al año: Las gatas pueden llegar a parir hasta dos camadas al año y esto puede ocurrirles desde los cuatro meses de edad.
  • Los gatos cambian su carácter con la castración: Castrado o no, tu gato continuará siendo tu gato, con sus virtudes y defectos. Si antes era cariñoso, después seguirá dándote caricias; si era desobediente, no esperes que te haga mucho más caso. Es cierto que los machos castrados se tranquilizan, son menos territoriales, marcan menos con su orina, suelen ser menos peleones y ya no tienen tantos deseos locos de escaparse en busca de una gata, pero en el fondo, su forma de ser sigue siendo la misma. Por su parte, las gatas dejan de maullar de forma insistente e incómoda por las noches.
  • Castrar a los felinos sale muy caro: Por lo general, existen tarifas fijas para este tipo de intervención y dependerá del lugar donde se realice. Cuando se vaya a optar por una clínica u otra, el criterio no se debe tanto en el precio como en la profesionalidad del veterinario, que debe ser licenciado. Pero si tienes problemas para pagar la intervención quirúrgica, siempre puedes ir a alguna sociedad protectora de animales, donde este tipo de intervención se realiza para la comunidad a un costo menor.

Recuerda también que muchas organizaciones ofrecen a sus animales en adopción ya esterilizados, por lo que no tendrías que molestarte en buscar veterinario para esta intervención, ni pagar nada.

(La autora es veterinaria encargada de educación científica para Royal Canin.)