En medio del verano y un racionamiento gracias a la falta de lluvia, todos estamos buscando cómo mantenernos frescos sin necesariamente tener el beneficio de agua corriente. Pero, ¿qué pasa con los perros? Estas son las mascotas que más se ven expuestas al sol y también necesitan cuidados y vigilancia ya que, sin nuestra ayuda, pueden sufrir un golpe de calor que los termine mandando al veterinario.

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La sombra y un plato de agua lleno son medidas obvias, pero hay otras que podrías estar pasando por alto. Presta atención:

1. Protector solar: si la mascota tiene el pelo corto o la piel muy clara, es más susceptible al calor. Antes de sacarlo a pasear, asegúrate de ponerle protector solar, particularmente en la nariz y las orejas. Venden fórmulas especializadas para animales; no le pongas la de humanos.

2. Cuidado con su edad: Los cachorros y los perros más viejitos son las dos poblaciones más propensas a sufrir golpes de calor. Mantenlos en la sombra y con agua disponible en todo momento.

3. No los asolees. Trata de no sacarlos a menos que sea temprano en la mañana o cuando ha bajado el sol, siempre con una botella de agua a la mano.

4. Si van al agua: Es la temporada del río y la playa y si bien muchos perros son excelentes nadadores, no se les puede dejar sin supervisión: una oleada o un golpe de agua podría tener efectos devastadores. Nunca dejes a tu mascota sola mientras nada y, si fuera necesario, ponle un chaleco salvavidas especializado.

5. En el carro: NUNCA dejes a una mascota en el carro, ni por un minuto. Las distracciones ocurren y lo que crees que va a ser “un momentito” se puede convertir en un rato y tu mascota pagar las consecuencias.

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Por último, si ves que el animal jadea mucho, tiene la lengua muy roja, padece problemas intestinales o se muestra desorientado o con la temperatura alta, corre al veterinario. Podría estar bajo los efectos de una insolación.

Fuente: blog.gobiernousa.gov.