Siempre que llega el verano –con sus consabidos días de piscina y playa–, muchos nos preguntan si los perros saben nadar y, si no saben, si se les puede enseñar a hacerlo. La respuesta es: no y sí. No todos los perros nacen con el instinto o el conocimiento de nadar, pero sí es posible enseñarles a que se defiendan en el agua.

Lo primero que los expertos recomiendan es que, para enseñarles a nadar, elijas un lugar tranquilo donde no haya mucha gente ni otros perros. Puede ser una piscina o una charca, lo mismo da. Esto ayudará a disminuir la ansiedad que puedan causarle a tu mascota el bullicio de las personas o el oleaje del mar. De ese modo, podrá concentrarse mejor en la lección.

A continuación, otros consejos útiles:

-Al comienzo del entrenamiento, usa una piscina para niños. Más adelante, cuando haya aprendido, podrás llevar tu perro a la playa.

-Ten a mano sus bocaditos favoritos para alentarlo a que entre al agua, pues no se recomienda echarlo bruscamente. De hecho, si el animal se muestra reacio, no lo obligues a hacerlo, ya que podría asustarse demasiado y hasta desarrollar una fobia.

-Entra al agua con la mascota y solo mójale las patas para que se vaya acostumbrando poco a poco a las sensaciones. Si de primera instancia no lo logras, inténtalo más tarde u otro día para no cansar al animal.

-Si reacciona bien a ese primer paso, tómalo en brazos o provéele suficiente apoyo hasta que comience a patalear. Puedes colocar tu mano en el área del abdomen o ponerle un chaleco salvavidas para perros, pues esto lo hará sentir más confiado.

-Enséñale, también, cómo salir del agua. Si están en una piscina, muéstrale todas las áreas por donde puede salir.

-Aunque tu perro sepa nadar, nunca lo dejes solo en el agua. Supervísalo en todo momento.

-No permitas que beba agua ni de la piscina ni del mar, ya que ello podría causarle trastornos gastrointestinales.

-Asegúrate de proveerle protección contra los rayos ultravioleta.

-Procura darle sus “clases de natación” durante las horas de la mañana o tardecito en la tarde para evitar un posible ataque de calor.