Un gato no tiene que estar enfermo para beneficiarse de una visita al veterinario. De hecho, los gatos están en todo su derecho de considerarse “mascotas especiales” porque, ciertamente, sus particularidades son únicas y hasta padecen enfermedades que sólo se dan entre felinos.
Tristemente, una de sus grandes desventajas es que muchos piensan que son, mayormente, “de la calle” y que no necesitan las mismas atenciones que otras mascotas como los perros, por ejemplo. Pero, ¿de dónde sale esta noción equivocada? ¿Quiénes somos nosotros, los que no hemos estudiado veterinaria, para decidir que una especie necesita o merece atención médica, mientras que otra no?
El Dr. Víctor Oppenheimer, médico veterinario con práctica en Ponce y asiduo colaborador de Tus Mascotas, lo atribuye, en gran medida, al “comportamiento de independencia que presentan los gatos. El mismo crea un mito más fuerte sobre la ‘superioridad’ que tienen sobre los perros. Ya, de por sí, existe el mito de que los perros de la calle y los satos se curan solos. Ahora, imagínense cómo será la situación si pensamos que los gatos son superiores. Esto crea la falsa idea de que no necesitan vacunas para prevenir enfermedades entre ellos”, advierte preocupado el especialista.
Y lo que es más, a Oppenheimer le preocupa enormemente el hecho de que algunos pueden ignorar -o hasta restarles importancia- las enfermedades felinas “que pueden ser fatales para el ser humano” y que se pueden prevenir.
En fin, si “un gato debería vivir un promedio de 12 años si es evaluado y tratado una vez al año por un médico veterinario licenciado”, como advierte el veterinario, entonces, se cae de la mata que le debemos procurar la atención médica preventiva que le garantice a cada uno la salud que merece.

Dile “sí” a la esterilización
No hay más que hablar unos cuantos minutos con un veterinario experimentado como el Dr. Oppenheimer para que el tema de la esterilización de las mascotas salga a relucir. “Esto debe hacerse tanto en gatas como en gatos”, exclamó enfático el médico.
Acto seguido, detalló alarmado: “Ésta es la única manera de reducir la sobrepoblación de animales realengos en Puerto Rico. Las hembras caen en celo de tres a cuatro  veces al año, lo que significa que pueden parir de tres a cuatro  veces al año, con un promedio de cinco  gatitos por parición. Esto quiere decir que, anualmente, ¡pueden nacer   20 gatos por cada gata!  Ahora, imagínense un promedio de 10 gatos realengos, por su vecindario, sin esterilizar. Eso equivale a 200 gatos nuevos cada año... ¡por vecindario! ¿Cuántos vecindarios hay en su comunidad? ¿Cuántas comunidades por barrio y cuántos barrios por pueblo? La cantidad es descomunal e insoportable. Terminemos con esta mentalidad tercermundista de maltrato que existe en Puerto Rico, ¡esterilicen!”.

La importancia de la nutrición
En este renglón, el Dr. Víctor Oppenheimer también es muy firme. Sobre ello, abunda lo siguiente: “La nutrición de su gato puede determinar la cantidad de años que viva su mascota. Por eso, es mejor hacer nutrición preventiva, esto significa alimentarle  con comidas con ‘próposito’. Un ejemplo de esto es brindarle, desde pequeño, una comida que proteja el tracto urinario por la incidencia tan alta de síndrome urológico felino. De igual manera, la frecuencia no es tan importante como la cantidad diaria de comida. Las comidas siempre deben ser medidas; esto le ahorra dinero a usted y evita la obesidad en la mascota, algo que tanto daño le puede hacer”.
 Por otro lado, sobre la costumbre de algunos guardianes de estarle cambiando la comida a su mascota porque “se cansa de la de siempre” o “para buscarle sus gustitos”, el veterinario opina que esto no se debe hacer. Si constantemente se le varía  la marca de comida al gato, “sólo va a conseguir criar un gato mañoso. Si su gato no está comiendo una cantidad adecuada, y no está enfermo, redúzcale la porción de comida hasta que se la empiece a comer bien y, entonces, la aumenta paulatinamente hasta normalizarlo”.
En el caso de  los gatos geriátricos, el veterinario opina, que en su ancianidad,  “la comida debe decir que es reducida en proteínas, lo cual protegería la integridad de los riñones y del hígado”. También, en esas edades geriátricas, si existiera alguna enfermedad en un órgano en particular, Oppenheimer recomendaría “comidas diseñadas para mantener sanos el riñón, el hígado o cualquier otro órgano que pudiera estar involucrado”.
Por último, Oppenheimer nos recordó que cuando vayamos a hacer un cambio en dieta, en ejercicio o dosis de medicación, siempre consultemos primero con un veterinario licenciado.
A continuación, el especialista compartió más  información sobre los cuidados esenciales para los felinos.
 

Enfermedades exclusivas de los gatos
 Leucemia viral felina (FeLV)  Es un virus que baja las defensas del gato, inhibiendo su habilidad de protegerse de otras enfermedades. Es el mayor causante de cáncer en gatos. En la etapa temprana  no hay síntomas, pero meses más tarde se convierte en una enfermedad debilitante. Se puede prevenir vacunando anualmente. Se transmite por contacto directo entre gatos infectados.

Virus de immunodeficiencia felina  (FIV)  Es el sida de gatos y no se transmite al ser humano. No suele ser fatal, aunque, al igual que con FeLV, por ser una enfermedad  debilitante, tendrá a la mascota entrando y saliendo del hospital toda su vida. El principal modo de transmisión es por mordidas entre gatos infectados, ya que el virus tiene que entrar a la sangre, pero también se transmite durante el parto. Existe una vacuna bastante eficaz, pero  siempre dará positivo en las pruebas. Por tanto, si su animal se extravía y alguien lo adoptara, podrían diagnosticarlo equivocadamente con la enfermedad.

Panleucopenia felina  Es una enteritis similar al parvovirus de perros y tiene un alto índice de mortalidad (hasta 70%). Su nombre proviene del conteo tan bajo de células blancas. Presenta una diarrea severa y la probabilidad de supervivencia a corto plazo, en gatos de tan sólo meses, es bien baja. El tratamiento es de apoyo, pues no hay medicamento para combatirla.
 
Virus calici felino  Es una enfermedad respiratoria viral y se encuentra en el 10% de la población de gatos que se mantienen dentro de la casa y en el  25-40% en albergues o gatos callejeros. Es multisistémico, pero la ulceración de la boca es el síntoma más común. La enfermedad es severa al combinarse con el FIV o con el herpes viral felino.

Herpes viral felino También conocida como influenza felina, es transmitida por contacto directo solamente. Diagnosticada, mayormente, por la ulceración de la córnea y por conjutivitis severa. Es altamente mortal en gatos jóvenes.

 

Otras enfermedades importantes
Diabetes felina 
Ocurre cuando el gato no produce insulina o su organismo no la  usa apropiadamente. Los síntomas típicos son  apetito voraz, pérdida de peso, aumento en la frecuencia  de la orina y aumento en el  consumo de agua. Los machos de edad avanzada son los de mayor incidencia. Una vez diagnosticada, la mayoría necesitará inyecciones de insulina de por vida.

Asma Felino   Esta enfermedad alérgica, progresiva y crónica no tiene cura  y puede causar la muerte. El síntoma más común es una tos parecida a cuando el animal quiere vomitar una bola de pelo. Se confunde con parásitos del corazón. Se maneja con broncodilatadores o con inyecciones glucocorticoesteroidales.

Gusanos del corazón Son transmitidos por la picada de los mosquitos. Algunos gatos combaten la enfermedad y eliminan los parásitos sin  medicinas, pero la larva puede causar daño permanente a los pulmones. Se confunde con asma felina. El síntoma más común es el vómito. No existe una cura para gatos.

Más información
Pueden comunicarse con el Dr. Víctor Oppenheimer, en el Hospital de Animales Perla del Sur, en Ponce, llamando al  787-842-7974.