En el campo de la medicina veterinaria, la eutanasia es un proceso que se puede aplicar cuando los animales están sufriendo largos y dolorosos procesos de enfermedad cuyo tratamiento y pronóstico son limitados o no tienen perspectivas de mejora.

Dicho procedimiento tiene el ánimo de ofrecer una muerte digna al animal y en condiciones que no afecten el bienestar, como siendo asistida médica y farmacológicamente para evitar el dolor o sufrimiento innecesarios.

“Lo usual es que los tutores de animales de compañía quieran que su mascota los acompañe durante el mayor tiempo posible, y nadie está preparado para la muerte de su perro o gato, y mucho menos cuando tienen que tomar esta decisión”, comenta Ximena Barrera, médica veterinaria especialista en dolor y cuidados paliativos.

Sin embargo, añade, “en algunas ocasiones prolongar la vida del animal implica sufrimiento, dolor intenso, incomodidad y atentar contra el bienestar animal y la calidad de vida”.

Informáte

Esta es una decisión que debe tomarse de manera informada y luego de evaluar el pronóstico y la calidad de vida de la mascota. Siempre se recomienda el acompañamiento de un médico veterinario y de un profesional en psicología para ayudar a analizar el caso y tener la posibilidad de elaborar el duelo. Adicionalmente, recomienda la especialista, “todos los miembros de la familia deberán estar informados del caso para tomar la mejor decisión”.

Hay que tener en cuenta que la eutanasia es un procedimiento médico que se da como el resultado de una valoración profunda de aspectos como:

Dolor: Es importante evaluar si el animal tiene signos de dolor físico o mental que no se reduce con terapias, medicamentos o procedimientos.

Funcionalidad: En algunos casos, el animal no puede llevar a cabo procesos fisiológicos básicos como moverse, respirar o hacer sus necesidades.

Alimentación: Si el animal es incapaz de comer o beber voluntariamente, o si mantiene niveles extremos de peso que amenacen su vida y bienestar.

Movilidad: “Algunos animales presentan condiciones en las que sufren accidentes constantemente, no pueden valerse por si solos o necesitan del uso de sillas de ruedas para moverse, las cuales, en algunas ocasiones, causan dolores articulares óseos o musculares severos”, menciona Ximena Barrera.

Tratamiento: Según la especialista, “existen condiciones médicas para las cuales no hay tratamientos o, en algunos casos, los tutores no pueden acceder a ellos fácilmente por motivos económicos”.

Implicaciones

“Se trata de un procedimiento médico similar a otros; sin embargo, para el caso de la eutanasia se deben contemplar otros aspectos muy importantes como el dolor de la mascota y el proceso de duelo de la familia”, explica Barrera.

Dicho procedimiento solo se debe llevar a cabo cuando existen enfermedades crónicas o terminales (como rabia, cáncer, insuficiencias renales severas, enfermedades infecciosas con gran compromiso de la salud, etc.), condiciones cuyo tratamiento no esté disponible; o que tengan grandes lesiones, como accidentes, quemaduras, envenenamientos, etc.

En estos casos, el médico veterinario informará al tutor sobre el pronóstico del animal y las alternativas de tratamiento, ya que la muerte médicamente asistida solo puede ser autorizada por el propietario de la mascota.

Adicionalmente, se deben llevar a cabo exámenes y valoraciones clínicas (como análisis de laboratorio, radiografías, etc.), para conocer el estado del animal. “Nunca va a ser una decisión fácil, y siempre va a ser una opción dolorosa para todos los miembros de la familia; sin embargo, es la mejor alternativa para brindarles descanso a las mascotas que están sufriendo. Finalmente, es la última decisión y el mejor regalo para una mascota que sufre y que nos ha acompañado con tanto amor”, concluye Barrera.